El Senado comenzará la semana próxima a debatir en comisión el proyecto de Ley de Aporte Solidario y Extraordinario de Grandes Fortunas, que busca recaudar $300 mil millones para volcar a planes productivos y sanitarios en el marco de la pandemia de coronavirus, y la intención del oficialismo es darle dictamen para que la iniciativa esté lista para ser tratada en el recinto de sesiones lo antes posible.
El martes próximo a partir de las 15, la Comisión de Presupuesto y Hacienda pondrá a consideración de los legisladores la iniciativa aprobada el miércoles último por la Cámara de Diputados.
«Vamos a ingresarlo a la Comisión el martes a la tarde. No creo que lo dictaminemos inmediatamente. Nos vamos a tomar un par de días. Queremos escuchar a todos», aseguró el presidente de la comisión, el peronista cordobés Carlos Caserio en declaraciones a Télam.
El senador nacional agregó que «la idea es darle dictamen cuanto antes», aunque reconoció que «hay que estudiarlo».
«No sé si vamos a hacerle algún cambio. Si lo consideramos necesario, lo haremos. No tenemos ningún impedimento en mejorar el proyecto», destacó Caserio.
Por otro lado, destacó que, «si el proyecto es dictaminado la semana próxima, no estará listo para ser debatido en el recinto hasta la otra» en una hipotética sesión dentro de una prórroga de las sesiones ordinarias y en un eventual llamado a extraordinarias por parte del Poder Ejecutivo Nacional.
El proyecto fue aprobado en la madrugada del miércoles en la Cámara de Diputados, tras un debate de trece horas, que luego continuó otras siete horas y media más para aprobar una iniciativa que protege los ecosistemas de los incendios accidentales o intencionales y prohíbe la venta de terrenos incendiados en plazos que van de 30 a 60 años, para evitar prácticas especulativas y emprendimientos inmobiliarios, que también comenzará a ser debatido en comisión en el Senado esta semana.
Desde el interbloque de Juntos por el Cambio, en tanto, adelantaron que no apoyarán la medida del Aporte Solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas, repitiendo el comportamiento de sus pares de la Cámara de Diputados.
«Esta es una gran cortina de humo para hacerse los solidarios mientras eliminan el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia)», cuestionó la macrista cordobesa Laura Rodríguez Machado.
Para la senadora de la oposición, el proyecto «no es un elemento recaudatorio» y advirtió que existe una «doble imposición por un doble tributo».
Según Rodríguez Machado la iniciativa del oficialismo «demuestra un gran sesgo anti empresa».
La iniciativa que establece la creación de un Aporte Solidario y Extraordinario para los patrimonios superiores a los 200 millones de pesos tiene como objetivo recaudar $300 mil millones para volcar a planes productivos y sanitarios.
El proyecto alcanzaría a menos de 10 mil personas, según la AFIP, es decir 0,8% del total de los contribuyentes que presentaron declaración jurada de bienes personales.
La recaudación se destinará a comprar equipamiento de salud para atender la pandemia, apoyar a las PyMEs con subsidios y créditos, urbanizar los barrios populares con obras que empleen a las/os vecinas/os de cada barrio, hacer obras y equipar a YPF para producir y envasar gas natural y financiar un relanzamiento del plan Progresar para que las/os jóvenes puedan seguir estudiando.
La iniciativa prevé el cobro de 2% a los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado hasta la fecha de la promulgación de la ley más de 200 millones de pesos.
Esa tasa se elevará al 2,25% en casos bienes por entre 300 y 400 millones de pesos, al 2,50% entre 400 y 600 millones y al 2,75% cuando sea de 600 a 800 millones.
La tasa subirá al 3% cuando los patrimonios oscilen entre 800 millones y 1.500 millones; al 3,25% para el rango de 1.500 a 3.000 millones de pesos, y a partir de esa cifra será del 3,5%.
El proyecto fija también que por el total de bienes en el exterior se tributará un recargo del 50% sobre la alícuota que le correspondería. No obstante, si la persona opta por retornar al país el 30% de sus tenencias financieras en el exterior, el diferencial se elimina y paga por todo, como si lo tuvieran en la Argentina.