Sin la decisión política para darle tratamiento, el proyecto para que la provincia de Santa Fe cuente con una ley propia de Educación Sexual Integral (ESI) volvió a perder estado parlamentario. Por tercera vez, el Senado dejó durmiendo la iniciativa en un cajón, no dio tratamiento a la normativa que busca garantizar el acceso real de la ESI en las aulas santafesinas y decidió seguir en deuda con las niñeces y adolescencias.
La ley federal N° 26.150 de Educación Sexual Integral fue sancionada en el Congreso de la Nación en 2006. Esta normativa garantiza el derecho de niños y niñas de todas las escuelas del país a recibir en todos los niveles –inicial, primaria y secundaria- información para la toma de decisiones responsables y críticas en relación con los derechos de los niños, las niñas y adolescentes al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales y la sexualidad.
La normativa busca, entonces, que los alumnos tengan las herramientas para decidir sobre sus propios cuerpos y también para evitar situaciones de vulneración, abuso y maltrato, tanto física como emocional. Apunta a contener desde el espacio institucional que el Estado brinda a las niñeces y adolescencias: la escuela.
La provincia de Santa Fe fue una de las primeras en adherir a las implicancias de la ley nacional. Desde 2008, el sistema educativo provincial cuenta con un equipo de ESI que depende de la Subsecretaría de Desarrollo Curricular y Formación Docente.
Desde hace algunos años, la provincia busca contar con una normativa propia. Uno de los motivos de esa iniciativa es que, al ser Argentina un país federal, el área de educación está delegada a cada distrito. Una norma provincial le daría más fuerza a la ESI que podría implementarse de forma transversal en todas las escuelas sin que dependa de la voluntad individual de cada docente o institución de aplicarla o no.
En los últimos cinco años, el proyecto de Ley de Educación Sexual Integral tuvo tres veces media sanción en la Cámara Baja de Santa Fe.
La primera vez fue en 2018. Aquél primer proyecto había sido presentado por el entonces diputado provincial y actual candidato a Senador de Unidos Para Cambiar Santa Fe por el departamento La Capital, Paco Garibaldi. Fueron meses de discusiones y negociaciones entre los distintos bloques para llegar a la media sanción. Luego, durmió en el Senado y perdió estado parlamentario.
El proyecto para una ley provincial de ESI volvió a presentarse en 2020 y obtuvo media sanción. Fue en una sesión virtual presidida por el fallecido Miguel Lifschitz en plena pandemia, con la oposición de los legisladores de Somos Vida y Somos Vida y Familia, que votaron en contra y en los últimos años fueron ganando peso político en la rosca parlamentaria. El proyecto volvió a ingresar a Senado. En esa oportunidad, ni siquiera pasó por comisiones y la iniciativa naufragó.
En 2022, Diputados volvió a darle media sanción al proyecto de los diputados Gisel Mahmud (PS) y Leandro Busatto (PJ). La voluntad política para darle tratamiento parecía nula, y esa sensación quedó confirmada en diciembre último, cuando volvió a perder estado parlamentario.
Así, por tercera vez los 19 senadores que representan a cada uno de los departamentos en los que se divide la provincia volvieron a quedar en deuda con las niñeces, las adolescencias, y con el sistema educativo de Santa Fe.
