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El show debe continuar, pero con barbijo: vuelve el fútbol a la Argentina tras seis largos meses

Racing, Defensa, River, Boca y Tigre afrontan la fecha 3 de la Copa Libertadores. Todos llegan en enorme desventaja a sus compromisos ante rivales que viene jugando hace rato en sus países. Mucho protocolo, transmisión de todo y "serás lo que debas ser, o no serás nada".

Vuelve el fútbol en Argentina. Así es: en plena pandemia y con un sistema sanitario al límite. La última vez que alguien pateó una pelota por torneos de AFA fue el 17 de marzo. El telón lo bajaron Centro Español y Muñiz, por el torneo de Primera D. Un día antes pero en un Gigante de Arroyito totalmente vacío por disposición del gobierno Nacional, un deslucido Central cayó 3-1 ante Colón. Nadie hubiera imaginado lo que vendría después: 185 días (y contando) de miedo, incertidumbre y dolor por una pandemia que todavía está muy lejos de haber desaparecido. Pero ¿podemos permitirnos un respiro?

Mirar un rato al Racing de Beccacece sin duda será mejor que leer la lista de nuevos contagiados de Covid-19 y hacer las matemáticas como si nuestro equipo se estuviera yendo al descenso. Tal vez el River del Muñeco Gallardo logre que dejemos de preocuparnos tanto por la nueva suba del dólar. Van por vos, jaguareté. Y quien dice que sentarse a ver el Boca de Miguel Ángel Russo no nos haga imitar esa sonrisa perfecta y grande que tiene el DT. Al menos por 90 minutos.

Seis largos meses

Con la pelota parada y la “sugerencia” del gobierno nacional de turno de recuperar el control del fútbol argentino, vendido al mejor postor años atrás, la Superliga dejó de existir para darle paso a la Liga Profesional justo en pleno inicio de la pandemia, cuando la mayoría todavía pensaba que la cuarentena no duraría más que un par de semanas ´.

Así, entre videollamadas y cientos de mensajitos, los directivos del fútbol argentino suspendieron los descensos y agigantaron aún más la leyenda de Maradona, aunque esa es otra historia. Y mientras tanto esperaban ansiosos a que pase la pandemia, confiados en que la pelota volvería a rodar tarde o temprano. Todavía siguen esperando.

De todas maneras fue un gran logro convencer a las autoridades de retomar a los entrenamientos. Eso sucedió a principios del mes pasado luego de varias reuniones entre Chiqui Tapia de parte de la AFA, Ginés González como titular del Ministerio de Salud y Matías Lammens por el de Deportes. Algo es algo.

Es que Conmebol está muy lejos de compartir la opinión de Ginés o Alberto, así que anunciaron el regreso de la Copa Libertadores cuando los casos no paraban de aumentar en todo el continente. Eso sí: la pelota ya rodaba en casi todos lados, con excepción de Argentina, por supuesto, donde aún sigue sin tener una fecha definida.

Protocolo para todo

Con años luz de diferencia en recursos e infraestructura con respecto a Europa, la Conmebol apunta a imitar lo que hicieron las grandes ligas del Viejo Continente. A repasar: por reglamento están prohibidos los saludos, el intercambio de banderines, el festejo de los goles y también escupir o darle un beso a la pelota. Y por estadio no podrá haber más de 190 personas.

En la Zona 1, o sea el campo de juego, habrá 90 individuos, contando a los futbolistas, cuerpo técnico, árbitros, comisarios del partido, alcanzapelotas, policías y camarógrafos de la transmisión oficial.

Y en la Zona 2, es decir las tribunas, se aconseja estar lugares abiertos y no en los palcos. Se autorizaron 19 personas por la delegación local y otros 19 para los visitantes. También estará un pequeño grupo de bomberos, personal del estadio, y los periodistas de los canales dueños de los derechos de transmisión.

Para evitar contacto innecesario, los equipos tienen la orden de turnarse al salir del vestuario rumbo a la cancha para no coincidir en el túnel. Los vestuarios, los baños, los bancos de suplentes y las pelotas tienen que ser previamente desinfectadas, trabajo que durante todo el duelo será repetido una y otra vez por los cuatro alcanzapelotas autorizados, quienes llevarán un pulverizador para rociarla con el preparado de alcohol al 30 por ciento. Y en los bancos de suplentes se deberá dejar un lugar vacío para guardar la distancia correspondiente, además de que todos tendrán que llevar tapaboca sin excepción. Algo es algo.

De más está aclarar que no habrá servicio de catering para nadie, ni siquiera para los invitados especiales ni tampoco para los pocos periodistas presentes en los estadios. A llevarse la vianda.

En cuanto a la televisación, como se vio en los partidos disputados el martes y ayer, será con planos cerrados para así no hay que ver esa imagen tan triste que genera una tribuna completamente vacía. Incluso habrá unos audios previamente grabados para simular un ambiente de cancha. Quizá se pueda apreciar mejor la reacción de los futbolistas.

La novela Boca

Ni bien se permitió el regreso a los entrenamientos, el club de la Ribera anunció con orgullo la creación de una burbuja sanitaria para evitar contagios entre sus protagonistas. Fracasó estrepitosamente: el plantel xeneize registró casi 30 casos de Covid positivo y desde Paraguay, donde Boca hoy visitará a Libertad, pusieron el grito en el cielo, obligando a intervenir a  Conmebol, que se puso en contacto con el Ministerio de Salud paraguayo.

¿El desenlace? Podrán ingresar los futbolistas que todavía no son negativos, pero que ya no contagian. Y por más que 18 de los 22 jugadores que tuvieron coronavirus hayan cumplido con los 14 días, ya no contagien y tengan el alta, varios siguieron dando positivo y eso, en un primer momento, atentaba contra su participación en el partido, de acuerdo a lo establecido en el reglamento de la Copa.

Ahora sí jugamos nosotros

Hace tiempo el fútbol oficial volvió en otras partes del mundo. Así lo exige el gigantesco negocio de la TV, el mismo que nos hizo ver partidos de la Bundelisga que antes habíamos visto de lo desesperado que estábamos. Mientras tanto, la pandemia sigue matando a miles de personas por día en todas partes. La pregunta es: ¿Si parte de la sociedad sigue (cansada y obligada a salir poco a la calle con un tapaboca) por qué no puede seguir adelante el fútbol? Si todos respetan los protocolos, confiemos.

 

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