Una santafesina de 30 años, oriunda de la ciudad de Esperanza, se convirtió en el segundo caso documentado en el mundo de una persona infectada con el virus del Sida cuyo sistema inmunológico eliminó naturalmente el VIH. La paciente, que fue mamá en marzo del año pasado, recibió el diagnóstico de portadora por primera vez en 2013. El bebé resultó VIH negativo.
La revelación del caso médico se produjo este lunes a través de la revista científica Annals of Internal Medicine.
Los coautores del estudio confesaron que creen que el hallazgo traerá esperanza a los 38 millones de personas que, según datos de la ONU, viven con el virus en todo el mundo. Y también al campo de investigación de la cura del VIH, en constante expansión.
El resultado sirve como una de las dos pruebas de concepto de que la llamada cura esterilizante del virus es aparentemente posible a través de la inmunidad natural. “Este es realmente el milagro del sistema inmunológico humano que lo hizo”, dijo la doctora Xu Yu, inmunóloga viral del Instituto Ragon, en Boston, quien en asociación con la científica argentina Natalia Laufer, médica del Instituto Inbris en Buenos Aires, lideró la búsqueda exhaustiva de cualquier VIH viable en el cuerpo de la paciente santafesina.
“Ahora tenemos que descubrir los mecanismos” (que provocaron la desaparición del virus), dijo el doctor Steven Deeks, un destacado investigador de la cura del VIH de la Universidad de California en San Francisco, que no participó en el estudio.
El caso de la paciente de la ciudad del centro-este de nuestra provincia ha sido apodado —tanto por su lugar de origen como por el significado del hallazgo científico— con el sustantivo inglés “Hope”, es decir, Esperanza.
“Disfruto estar saludable”, declaró a NBC News (cadena de televisión estadounidense, con sede en Nueva York), la paciente esperancina por correo electrónico, quien habló bajo condición de anonimato debido al estigma asociado con el virus.
“Tengo una familia sana. No tengo que medicarme y vivo como si nada hubiera pasado. Esto ya es un privilegio”, acotó en la escueta declaración.
Tarea mundial
Los científicos están llevando a cabo la tarea titánica de curar el VIH en múltiples frentes, incluso a través de la terapia genética. Esos esfuerzos intentan eliminar el virus de su llamado reservorio o mantenerlo atrapado en las células.
Investigadores han curado con éxito terapéuticamente a otras dos personas mediante complejos y peligrosos trasplantes de células madre.
El VIH ha demostrado ser extraordinariamente difícil de erradicar del cuerpo porque infecta ciertas células inmunitarias de larga duración, conocidas colectivamente como el reservorio viral, que pueden pasar períodos prolongados en estado de reposo.
Esto mantiene el ADN viral, conocido como provirus, que está codificado en esas células bajo el radar del tratamiento antirretroviral estándar, que solo puede atacar al virus en las células infectadas cuando están produciendo activamente nuevas copias del VIH.
La experta Xu Yu también fue la autora principal de un artículo publicado en Nature en 2020 que analizó a 64 personas que, como la mujer argentina, son los llamados controladores de élite del VIH. “Nunca vamos a estar 100 por ciento seguros de que no hay absolutamente ningún virus intacto, ningún virus funcional en ninguna parte de su cuerpo”, dijo Yu sobre la paciente de Esperanza.
También inspiran el campo de la investigación los casos de el estadounidense Timothy Ray Brown y el residente londinense Adam Castillejo.
Los hombres recibieron trasplantes de células madre para tratar la leucemia mieloide aguda y el linfoma de Hodgkin, respectivamente, de donantes con células inmunitarias resistentes al VIH. Ravindra K. Gupta, de la Universidad de Cambridge, dijo que después de más de cuatro años desde el tratamiento Castillejo estaba casi definitivamente curado.
Primer acontecimiento
Loreen Willenberg, una californiana de 67 años que fue diagnosticada con VIH en 1992, se destacó por tener un sistema inmunológico que aparentemente también venció al virus por completo. Incluso después de secuenciar miles de millones de sus células, los científicos no pudieron encontrar ninguna secuencia viral.
El caso de Willenberg de una aparente cura natural del VIH es bastante similar al de la paciente de Esperanza, según la viróloga norteamericana Xu Yu, quien trabajó con la argentina. La especialista estimó que cada una de estas mujeres puede haber montado una respuesta de células T asesinas particularmente potente al virus, una prensa inmunológica de corte completo que los investigadores posiblemente algún día podrían recapitular terapéuticamente.
Después de que la paciente de Esperanza comenzó a asociarse con el equipo de Yu en 2019, los científicos buscaron intensamente cualquier VIH viable en 1.200 millones de sus células sanguíneas. También registraron 500 millones de células de tejido placentario después de que la mujer dio a luz a un bebé VIH negativo en marzo de 2020.
La experta Yu y su equipo una vez más no encontraron secuencias virales.
“El estudio establece el estándar para demostrar que la paciente de Esperanza no tiene ADN proviral competente para la replicación dentro de sus células”, dijo Carl Dieffenbach, director de la División Sida dependiente de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, que financió el estudio junto con la Fundación Bill y Melinda Gates.