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El sol sale para todos igual

La secretaría de Promoción Social impulsa colonias de vacaciones inclusivas para niños, jóvenes y adultos mayores. Funcionarán hasta el 15 de febrero en todos los distritos con variadas propuestas.

La secretaría de Promoción Social no se toma vacaciones y mucho menos los grupos de profesionales que trabajan con niños, adolescentes y adultos mayores. Empezaron las esperadas vacaciones, y hasta el 15 de febrero funcionarán las ya conocidas colonias de verano donde lo fundamental es disfrutar del aire libre, aprender a nadar, comunicarse con personas de la misma edad y divertirse. La edad no es un impedimento para ello.

Darío Pérez es coordinador del área del Deporte Comunitario, y en diálogo con El Ciudadano explicó cada una de las actividades que se realizan en los distintos distritos y clubes de la ciudad.

“Hay tres espacios de actividades por distrito, es decir, 18 puntos de encuentro que se comparten entre niños de 6 a 12 años y adultos mayores”, fue el mapa que Pérez presentó con palabras; por otra parte, dada la lejanía de algunos barrios, también se trabaja con clubes de la zona, convenio mediante con el municipio. “Allí ponemos a nuestros profesionales al servicio de los chicos o los adultos (guardavidas y docentes para las colonias y escuelas de natación), depende las actividades, con esta medida acercamos las actividades gratuitas a la gente durante el verano, dado que muchos de los que acuden a estas colonias no pueden pagarse el colectivo a diario y todos tenemos el derecho de disfrutar el verano”, sostuvo el coordinador.

El entrenador también recordó que el año pasado las colonias contaron con la participación de unas 10 mil a 12 mil personas, entre grandes y chicos, y para esta temporada hay anotadas casi 12.300 personas. Del grupo general, hay unos 2 mil adultos mayores que se animan a disfrutar de esta época del año, sociabilizar con sus pares y olvidarse de los avatares típicos de las décadas que cargan a sus espaldas.

“En colonias de vacaciones, los chicos de 6 a 12 años, son divididos por edad, el año pasado tuvimos 5.837 inscriptos sólo en colonias y luego en escuelas de natación unas 6.421 personas (entre grandes y chicos). En realidad, dentro de la colonia de verano, cuya jornada dura unas tres horas, hay una hora de natación, para que los chicos aprendan a nadar, porque no sólo de divertirse y compartir se trata, queremos que durante el verano los chicos aprendan de todo y para eso trabajamos”, explicó Pérez.

Planificación mayor

Pérez confió que para la programación de actividades que ofrecen en esta época del año a los adultos mayores de la ciudad “se trabaja en conjunto con los trabajadores de la Dirección de Gerontología. Armamos juntos las propuestas en cuanto a infraestructura o talleres. Además, contamos con el aval cognitivo de profesionales que se dedican al cuidado y contención de los adultos mayores y para que las reuniones en los clubes Peñarol, Esparta y Parque del Mercado sean espacios de encuentro y disfrute”.

Según explicó Pérez, esta iniciativa que incluye a los ancianos a disfrutar del verano “surgió de una seguidilla de votos desde el Presupuesto Participativo. La idea fue, en los comienzos, la escuela de natación para adultos mayores, y gracias a algunas gestiones que realizamos durante el invierno pudimos tener las piletas necesarias para la demanda de los ancianos”.

Inclusive se supo que desde el Presupuesto Participativo se votó la opción de que los abuelos que vivan lejos de los espacios de recreación, puedan contar con un transporte, y así se hace cada día.

Ganando terreno

“En los últimos años se vio que los adultos han ganado terreno, que en realidad siempre debió ser suyo, pero han sido discriminados por la sociedad. Hoy vemos durante todo el año que miles de abuelos se suman a las clases de yoga, gimnasia recreativa y clases de baile, además de las actividades lúdicas que cada vez son más”, dijo el coordinador a este medio.

Es que los abuelos se van animando de a poco, pero se animan, a conocer a sus pares, compartir vivencias y se dan cuenta de que aún les queda mucho por disfrutar de la vida, más allá de los límites lógicos que la edad les suele presentar, sobre todo en materia de motricidad.

Para ello, Pérez afirmó que al planificar un programa de actividades para este sector etáreo, “se tienen en cuenta cuánto puede demandar la actividad en sí sobre la capacidad motriz de los abuelos, o bien tratamos de ejercitar por medio del yoga, el baile u otras ideas los músculos de los adultos para que vayan ganando (o bien recuperen) flexibilidad, tonicidad y fuerza, lo cual va a repercutir positivamente en el resto de sus días, el resto del año”.

“Adaptamos los contenidos de cada jornada a la capacidad física que puedan presentar los abuelos, algunas de características más intensas, otras más leves. Claro que nos interesa cuidar a los adultos y que se mantenga un grado de amplitud para cada actividad, no sólo física sino también social”, completó.

“La idea es retrasar el envejecimiento y eso también se logra con el trabajo junto a los adolescentes. Hoy vemos (y lamentamos) que muchos abuelos pierden la capacidad de sociabilizar y relacionarse con sus pares. No se debe perder el lugar de encuentro, eso es importantísimo a la hora de sentirse vivos”, concluyó Pérez.

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