Giselle Bugge
La científica y activista transgénero Fran Bubani señaló que “para resolver el tema de la discriminación, que es consecuencia directa de la ignorancia, la solución es a través de la educación” dado que aún hoy en algunas áreas de investigación “siguen siendo sumamente masculinizadas” y “hay mucha resistencia a la aplicación de lo que es la perspectiva de género”.
Bubani, de 41 años, es una ingeniera mecánica y docente con maestrías y doctorados que nació en la ciudad brasileña de Belo Horizonte y se convirtió en la primera investigadora trans del Conicet que actualmente trabaja en el Centro Atómico de la localidad rionegrina de San Carlos de Bariloche.
El peso específico de la Ley de Identidad de Género argentina
Bubani contó que sus investigaciones se basan en “materiales, aleaciones metálicas, en la división física de metales” donde estudia las “propiedades mecánicas y microestructura de aleaciones metálicas, que son esencialmente mezclas de metales”.
“Cuando me fui a anotar a la universidad decidí estudiar ingeniería mecánica, es mi formación básica de grado y lo hice porque me parecía una carrera con una buena salida laboral y porque siempre me interesaron las máquinas, la tecnología, entender cómo funcionan las cosas”.
Bubani terminó su doctorado en 2014 y se fue a Brasil a hacer un post doctorado con una beca del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CMPq). Volvió a la Argentina en agosto de 2016 como investigadora del Conicet.
Sobre su regreso al país, dijo que “fue muy lindo, había tomado la decisión de volver, me encanta la cordillera, la Patagonia, quería vivir acá y por supuesto la ley de identidad de género en la Argentina tuvo un peso específico muy importante porque yo sabía que acá sería complicado hacer una transición de género pero no imposible”.
Y resaltó que “la existencia del marco legal y la posibilidad de hacerlo tuvieron realmente un peso muy importante”.
Resistencia a la aplicación de la perspectiva de género
Docente en el Instituto Balseiro de las carreras de Ingeniería mecánica y nuclear, Bubani pertenece a la comisión asesora del Programa Nacional para la igualdad de géneros en ciencia y tecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, además de integrar la comisión de género y diversidad de convivencia del organismo barilochense.
“Como militante activista yo digo que en el área en la cual estoy, de investigación, de ingenierías, es un área que sigue siendo sumamente masculinizada”, apuntó y advirtió que “hay mucha resistencia a la aplicación de lo que es la perspectiva de género y también la aplicación del marco legal”.
Al respecto, señaló: “Es parte de mi trabajo como activista, como militante vencer esas resistencias, que las leyes que tenemos, los derechos que ganamos se apliquen en la práctica, porque en la práctica somos personas, tenemos nuestras carreras, nuestros ambientes de trabajo, la violencia de género la vivimos en la práctica”.
“A una persona trans que quiera estudiar ingeniería le diría que sí, que la ingeniería es un ámbito para las personas trans, le diría que busque redes de contención de apoyo que es sumamente importante tener contacto de distintos colectivos y también, en caso de existir, de las comisiones de género que hay en distintos institutos y demás para evitar situaciones de discriminación”, sugirió Bubani.
Desarrollar las vidas como cualquier persona
La científica remarcó que “las personas trans somos personas, tenemos nuestra capacidad de trabajo, nuestros sueños, queremos progresar queremos estudiar, desarrollar nuestras carreras, desarrollar nuestras vidas como las demás personas”.
“La única diferencia es que la persona trans no se identifica con el sexo que le fue asignado al nacer”, remarcó.
Asimismo, sostuvo que “para resolver el tema de la discriminación, compensando que es consecuencia directa de la ignorancia, la solución es a través de la educación”.
Por eso, resaltó “la importancia de la ESI, de la educación sexual integral en todos los niveles y también después en la universidad, el abordaje del tema para empezar a deconstruir esa «transfobia» y ese «trans-odio» que lamentablemente sigue siendo estructural en nuestra sociedad y sigue impactando de manera tan negativa nuestras vidas y nuestras trayectorias profesionales”.