El tío de Sheila Ayala, la niña que fue encontrada asesinada el pasado jueves en el partido bonaerense de San Miguel, se negó a declarar este sábado ante el fiscal del caso, mientras que la tía de la víctima manifestó ante las autoridades judiciales también fue indagada en el hospital en el que permanecía luego de dar a luz.
Según confirmaron este sábado fuentes judiciales a NA, el fiscal Gustavo Carracedo, tras tomarle la indagatoria a González Rojas, quien se negó a declarar, se trasladó a la maternidad municipal María Eva Duarte de Perón, de Malvinas Argentinas, para indagar a Leonela Ayala, la tía de la víctima, que se encuentra internada desde este viernes, luego de que diera a luz a su hijo.
Según la acusación fiscal, González Rojas quedó formalmente acusado como coautor del delito de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por tratarse de un femicidio”.
Mientras que Ayala, que es hermana del padre de la víctima y permanecía internada, fue indagada por el delito de “homicidio agravado por alevosía” en calidad de coautora, aunque no trascendió el tenor de sus dichos.
Los tíos de Sheila, tras quedar detenidos el pasado jueves, habrían confesado el crimen de la niña ante efectivos de la Policía, aunque esa declaración carece de valor judicial para la causa si no es realizada en el marco de una declaración indagatoria formal.
Además, el fiscal indicó en la acusación que realizó con los elementos recolectados hasta el momento, entre ellos la autopsia, que Sheila fue estrangulada a lazo con una sábana que le produjo la asfixia mecánica por compresión cervical, lo que la llevó a su muerte a consecuencia de un paro cardiorespiratorio traumático.
Para Carracedo, González Rojas y Ayala, los únicos dos detenidos por el caso, se aprovecharon de la situación de indefensión de la víctima a quien superaban en fuerza, y además que el detenido, “abusó de una relación desigual de poder con la víctima”.
El último adiós
Mientras sucedían las diligencias judiciales para esclarecer el crimen, familiares, amigos y vecinos de Sheila le dieron ayer el último adiós en una ceremonia realizada en el cementerio de San Miguel, donde se vivieron escenas de profundo dolor e indignación, mientras que la Policía montó un fuerte operativo de seguridad para evitar disturbios.
Hasta el lugar se acercaron, en colectivos escolares, familiares, amigos y vecinos de la nena asesinada, quienes con hondo acompañaron a los familiares.
En tanto en el cementerio, efectivos de la policía bonaerense montaron un operativo preventivo de seguridad y sólo permitieron ingresar a los familiares y amigos de la niña.