El porcentaje de trabajo en negro en el país se redujo de 49,7 a 36,5 puntos, entre 2003 y 2010, lo que implica la baja más significativa en los últimos 25 años, a partir de políticas de recuperación del Estado promovidas por el entonces gobierno de Néstor Kirchner y continuadas por la presidenta Cristina Fernández, bajo un modelo de desarrollo industrial interno.
De acuerdo a un relevamiento del Ministerio de Trabajo de la Nación –difundido ayer por la agencia oficial Télam– “hacia 2003 el 50 por ciento de los trabajadores en la Argentina estaba en negro; sin acceso a su jubilación, sin posibilidad de tener una obra social y miles de personas perdían la protección garantizada por los derechos laborales”.
“Es en ese momento que el entonces presidente Néstor Kirchner lanza el Plan Nacional de Regulación del Trabajo, que a siete años de su implementación logró reducir el trabajo no registrado llevándolo a 36,5 por ciento, el descenso más significativo de los últimos 25 años”, resaltó el informe de la cartera laboral que conduce Carlos Tomada.
Además, el relevamiento destacó que “durante la década del 90, la curva de crecimiento del trabajo en negro ascendió” y agregó que “marcaba un alto costo social el nivel de evasión que había en el campo laboral”. De la misma forma el informe explicó que “cuando un empleador no registra a un trabajador, éste queda automáticamente excluido del sistema de seguridad social; pierde beneficios previsionales, cobertura de riesgos del trabajo, asignaciones familiares, obra social y prestaciones por desempleo”.
Por estos motivos, al inicio de su mandato Kirchner y el ministro Tomada presentaron el Plan Nacional de Regulación del Trabajo cuyos objetivos “se orientaron a regularizar a los trabajadores no registrados, erradicar la evasión de aportes y contribuciones, sostener el sistema de seguridad social, concientizar sobre la problemática del trabajo no registrado e incluir a los trabajadores en normas laborales y de la seguridad social”.
Al mismo tiempo, las inspecciones se pusieron en marcha bajo acuerdos con la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip). Los operativos de inspección también se articularon con el Consejo Federal del Trabajo y así “comenzaban a retomarse competencias federales en áreas como ríos, puertos, aeropuertos, etcétera”, se sostuvo en el texto difundido ayer.
El informe indicó que “hasta la fecha se efectuaron 830 mil inspecciones y se relevó un total de 2.630.000 trabajadores, de las cuales el 40 por ciento de ellos se blanqueó a partir de la visita de la inspección, ya que se ha simplificado la registración; de esta manera se combate el paradigma que planteaba un trabajo sin regulaciones, sin indemnizaciones por despido, sin vacaciones, sin sindicatos”.
Desde la cartera laboral también se destacó que el compromiso del Programa Nacional de Regularización del Trabajo “fue en primer lugar transformar en trabajo digno aquel que no lo era, y en esa línea se propuso recuperar presencia en todo el territorio nacional”.
El informe mostró que “del número inicial de 40 inspectores hoy se cuentan más de 500, sumando agentes de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Ansés) y la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT)”.
De todas formas, concluyó que el principal logro fue el descenso del índice de trabajadores no registrados: de ese 49,9 por ciento de 2003, en la actualidad se pudo bajar a un 36,5, por lo que esta reducción implicó un movimiento de personas desocupadas al trabajo registrado, un proceso que resulta clave para la inclusión social que promueve el gobierno nacional.