Los senadores giraron ayer a las comisiones de Asuntos Constitucionales y Presupuesto y Hacienda el proyecto de reforma tributaria mediante el cual el gobierno de Antonio Bonfatti planea recaudar, según los cálculos más optimistas, unos 1.500 millones de pesos por encima de lo previsto. El tema demandará de uno a dos meses de estudio, según coincidieron los justicialistas Alcides Calvo –presidente de la comisión de Presupuesto– y José Baucero, presidente del bloque mayoritario del PJ.
Pese a ciertos gestos previos de los senadores de la oposición, que habían manifestado su predisposición a discutir un aumento de impuestos para dotar de mayor volumen de recursos genuinos a la provincia, no será un mero trámite. El PJ, que controla la Cámara, tiene dos bloques: el que preside Baucero, de seis integrantes –incluido Calvo, quien sin embargo sostiene posiciones más criticas que sus colegas–, y otro de cinco integrantes presidido por Armando Traferri.
La intención del justicialismo –cuyos 11 senadores mantuvieron encuentros permanentes con funcionarios del Ejecutivo para bosquejar el trazo grueso de la reforma– es acordar una posición en común.
“Tenemos equipos técnicos que ya están trabajando en esto”, adelantó Baucero y explicó: “Más allá de los dos bloques, tenemos discusiones entre los 11. Del mismo modo que nos pusimos de acuerdo para votar el proyecto del puerto (ver aparte), en lo personal creo que los 11 vamos a tener una misma posición”.
El senador por San Javier emitió señales positivas para los intereses del gobierno: “Estamos dispuestos a acompañar con mucha responsabilidad todo lo que sea una opción para generarle recursos a la provincia que no solamente sean para pagar sueldos sino también para poner en marcha las obras públicas paralizadas. Eso nos preocupa, porque cuando se paraliza una obra, como pueden ser hospitales, acueductos, rutas, vivienda, se empieza a generar un problema grave que es la desocupación”.
Baucero mencionó algunos de los aspectos que van a estudiar en comisiones: “Vamos a ver qué impacto tiene en los santafesinos y, de acuerdo a lo que establezcamos con nuestros equipos técnicos, es lo que estamos dispuestos a acompañar. Si hay que corregir algo, lo vamos a corregir. Y nos vamos a tomar el tiempo necesario para saber qué vamos a acompañar, porque queremos resguardar, a futuro, las inversiones en la provincia. Que no haya nada, en este proyecto, que pueda correr a empresarios de esta provincia a otra porque acá los impuestos son altos”.
Por su parte, Calvo se mostró mucho más crítico del proyecto en particular y de la gestión del Frente Progresista en general: “Ninguna reforma tributaria se puede mirar con buenos ojos porque es aumento de impuestos y eso implica meterle la mano en el bolsillo a los ciudadanos. Más en un escenario donde vemos un gobierno provincial que no está dispuesto a bajar el gasto público y donde vemos sectores que están muy preocupados y que ya se han manifestado en contra de la reforma”.
Entre esos sectores están la Cámara Argentina de la Construcción –porque se busca gravar al sector a partir de un piso de facturación– y las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), por el aumento del impuesto Inmobiliario Rural.
A diferencia de CRA, que rechaza de plano el proyecto –al que calificaron desde esa entidad como un “impuestazo”–, la Federación Agraria Argentina (FAA) se mostró más cercana a la movida de Bonfatti aunque igual reclamó reformas de fondo que beneficien a los pequeños y medianos productores.
“Santa Fe necesita mejorar su catastro, unificar sus partidas y el gobierno debe sancionar un impuesto a las grandes extensiones rurales, que son muy importantes. Hay que tomar el ejemplo uruguayo. El presidente José Mujica sancionó un impuesto a las grandes extensiones rurales, las categorizó, las dividió y les cobró. Acá los pequeños y medianos productores hoy están en una situación muy complicada en cuanto a su rentabilidad porque el volumen de cosecha no fue bueno”, sostuvo ayer Pedro Peretti, director de FAA, en LT8.