La emoción de volver al tren, que esta mañana salió desde Cañada de Gómez con destino a Rosario no es igual para los protagonistas. Pasajeras y pasajeros, en algunos casos, volvían después de muchos años y cargados de recuerdos; para el resto era la primera vez. Durante el viaje se sumaron los concejales rosarinos Norma López, Charly Cardozo, Lisandro Cavatorta, el senador nacional Marcelo Lewandoski , el diputado Eduardo Toniolli y también el intendente Pablo Javkin. Cuando el tren llegó a Rosario Norte, el secretario de Transporte de la Nación Diego Giuliano anunció que desde el 20 de junio, por 120 pesos, va a poder arrancar el servicio. Son ocho estaciones entre cabecera y cabecera con el objetivo de llegar hasta con cinco servicios diarios. Va a tener espacio para llevar las bicicletas. Las cabeceras van a tener boletería. El pasaje en las estaciones intermedias podrá ser adquirido vía web o por la aplicación de Trenes Argentinos. Y también se evalúa implementar la tarjeta Sube para pagar el servicio.
Más allá de los anuncios y la presencia de autoridades públicas, también había muchos nostálgicos. Es el caso de Edelmiro Cattaneo, que tiene 90 años y fue trabajador ferroviario. Durante 30 años se desempeñó en la estación Antártida Argentina del barrio de Fisherton.
“A veces pasa gente y me dice: «Te acordás cuando vos estabas en Fisherton». Después me vine acá a Funes. Este viaje es importante para mí, vine como a despedirme del tren porque tengo 90 años: vine a ver al tren por última vez”.
Para Edelmiro, la vida del funense va a cambiar mucho con el tren, sin tener que esperar los colectivos, que viajan llenos.
“El ferrocarril era todo antes; cuando me casé me fui a Bariloche en tren. Si ibas a Bariloche, podías dormir en el tren y tenías el coche comedor”, recordó.
Marta se emociona hasta las lágrimas en el tren. La acompaña el carné de jubilado de Pedro Tisera, su padre, trabajador ferroviario: “Cuando veo vías y durmientes lo veo en mi corazón a mi papá trabajando. Él estuvo 40 años trabajando en Rosario en vías, obras; hacía el mantenimiento de las vías”.
“Yo vivía a dos cuadras acá: en Funes pasaba un tren a las 4.40. Mi papá nos dejó el legado de que la plata se hace trabajando, que se predica con ejemplo. Y yo tengo su carné de jubilado, es un orgullo y para mí es una emoción muy grande que vuelva el tren. Mi paseo de la infancia era subirnos al tren y llegar a Rosario”, evocó.
Jesica Savino es la directora del Museo Murray, que atesora reliquias ferroviarias y guarda la memoria de la ciudad de Funes: “Este día lo esperamos mucho tiempo. Hay mucha gente emocionada. Mucha gente grande que se reúne en la estación que siempre fue un lugar de encuentro. Es un día re emotivo, es recuperar esa parte de la historia”.
Savino recordó la importancia del museo en Funes: “Cuando hacen visitas guiadas con los chicos, las maestras cuentan cómo viajaban en tren. Y siempre viene algún ferroviario y los chicos en un momento le pidieron un autógrafo”.
“Este tren dejó de trasladar pasajeros en Funes en la década del 70. El otro día tuvo que parar un tren que venía del norte y bajaron los pasajeros, lo que fue muy emocionante”, dijo, y recordó de inmediato que el museo va a seguir funcionando en la estación de Funes, ya que sólo se necesita el andén.
Julio Coqui de Giuseppe es colaborador del Museo Murray. Su casa queda en la esquina de la estación de trenes y recuerda que los chicos tomaban el tren; evaca sus viajes a Rosario a buscarle cuero a su abuelo, que era zapatero. Al subir al tren recuerda que hay mucha gente que ya no está: “Eramos muy felices en este pueblo, éramos 2.000 habitantes y teníamos el tren”. Coqui guarda el abono del tren que usaba en su juventud, y fue a recibir el convoy con su papá de 86 años.
Graciela Di Brino es la Coordinadora de Educación de Funes y se acercó con niños y niñas de 4 años del jardín Amiguitos a ver el tren: “Para nosotros es un alegría enorme. Tantos años sin poder tener la experiencia de ser un pasajero, y ahora para los chicos es una experiencia totalmente nueva. El jardín Amiguitos está acá presente con los chicos de 4 años, para que puedan ver de cerca el tren”.
Graciela proyecta actividades con los chicos para el futuro: “Estamos planeando cuando tenga un funcionamiento cotidiano hacer actividades en el tren, que experimenten un viaje”. Y recuerda que viajaba en el tren cuando era chica y “después tuvimos una experiencia del grupo scout de llevar contigentes de chicos en tren”.
Brian Fernández es el maquinista del tren. “Son muchas cosas, mucha emoción. Un hecho histórico manejar este tren que vuelve después de 35 años. El tren está perfecto, el horario oficial se va a cumplir a rajatabla”.
Un compañero jubilado subió al tren; fue maquinista en su tiempo: “La emoción era grande, Muchos jubilados se subían emocionados al tren. A nosotros nos conmovió durante todo el viaje”.
Pedro Novarro fue maquinista. Anduvo 38 años en el tren y la dejó en el año 90. “Yo manejaba una máquina GR12 y ahora son chinas. Es muy emocionante. En esa época le poníamos cuatro horas a Buenos Aires”, dijo en referencia a un viaje que luego del desmantelamiento producido en la década del 90 ahora duplica ese tiempo. Los funcionarios nacionales presentes se comprometieron a una reducción de ese lapso.
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