Una fuerte interna judicial se desató hace unos días en la Cámara Nacional de Casación Penal, tribunal donde se definen muchas de las causas por corrupción y de violación a los derechos humanos durante la última dictadura, luego de que uno de los jueces que asumió recientemente solicitara la renuncia de dos de sus pares.
La embestida la inició el juez de la Sala II del Tribunal Alejandro Slokar, quien recientemente fue nombrado por concurso, al cuestionar el desempeño de dos de sus pares, quienes son históricos en el Poder Judicial y se los vincula con el ala más conservadora de la Justicia.
A pocos días de asumir su cargo, Slokar convocó a un acuerdo general plenario (los cuales se realizan muy esporádicamente), y por ello se reunieron los 13 jueces repartidos en las cuatro salas de Casación.
En esa reunión, Slokar pidió revisar los juzgados que están siendo subrogados en ese Tribunal, y en ese marco es que le pidió de una manera muy decorosa al juez subrogante Mariano González Palazzo que renuncie a su cargo.
Slokar, quien asumió en el Tribunal junto con Mariano Borinsky, cuestionó la subrogancia que ocupa González Palazzo (histórico del Poder Judicial) al asegurar que las mismas “son temporales”.
El juez González Palazzo asumió la subrogancia en Casación en 2008, y últimamente está involucrado en una causa penal ya que se sospecha habría sido tentado con coimas para favorecer a los detenidos por el crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, entre ellos al poderoso titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza.
En esa reunión donde imperó un clima de mucha tensión y miradas de reojo, según reconstruyó una fuente judicial, Slokar también cuestionó la subrogancia que ocupa el juez Luis María Cabral.
Previamente, Cabral integraba un Tribunal Oral en lo Criminal ordinario de la Capital Federal, y fue designado a fines de septiembre último para cubrir la vacante en la Sala I de Casación que dejó con su renuncia Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso.
Cabral, al igual que González Palazzo, es un funcionario de muchos años en el Poder Judicial, y también se lo vincula al ala más opuesta al gobierno nacional: actualmente preside la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia y también fue titular del Consejo de la Magistratura.
Los motivos de Slokar en cuestionar la subrogancia del juez es que a la hora de cubrir temporalmente una vacante, la normativa prevé que se le dé prioridad primero a un juez de Casación; de no ser posible a un juez federal; y por último a un juez de la Justicia en lo penal ordinario, como lo es el caso de Cabral.
Una de las fuentes consultadas atribuyó la embestida de Slokar a una neta disputa entre el sector conservador y el progresista en el seno del Poder Judicial, en este caso en el máximo tribunal penal del país, y en la que el juez está identificado como un apadrinado del ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Zaffaroni, con quien escribió un tratado de derecho penal.
Otros aseguran que la pelea es por la vinculación entre Slokar y el Ejecutivo nacional, ya que el ahora juez fue subsecretario de Política Criminal, y el kirchnerismo tendría interés en modificar la Cámara de Casación.
El kirchnerismo fue protagonista de varios cruces con Casación y su pico más alto fue cuando el entonces presidente Néstor Kirchner cuestionó al Tribunal por el retraso en la definición de varias causas por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura, lo que derivó en la renuncia del juez Alfredo Bisordi cuando estaba al borde de un juicio político.
El frente de batalla que abrió Slokar aún sigue sin definición puesto que se pasó a un cuarto intermedio.
Días atrás se intentó tratar nuevamente el tema en otra reunión, pero sólo participaron los presidentes de las cuatro salas de Casación, por lo que Slokar fue excluido.
La Cámara de Casación es un tribunal clave en donde suelen definirse muchas de las causas por corrupción y de lesa humanidad, y aún se prevén más cambios a futuro.
Es que está pendiente la designación en Casación de Ana María Figueroa (quien integra el área jurídica de la Secretaría de Derechos Huxmanos de la Nación), y Juan Geminiani, un académico de la ciudad de Paraná.
Figueroa y Geminiani reemplazarán las subrogancias que ahora ocupan González Palazzo y Liliana Catucci.