La Copa del Mundo es el objetivo que tiene cualquier jugador de fútbol desde que patea una pelota por primera vez. Y hay varios datos que hacen que este trofeo tenga una de las historias más ricas y llamativas.
Copa Jules Rimet
Se entregó desde primera edición del Mundial, en Uruguay 1930, hasta México 1970, cuando Brasil consiguió su tercera conquista y se quedó con el trofeo de manera definitiva.
Se llamaba así en honor a Jules Rimet, quien era el presidente de la FIFA cuando se comenzó a organizar la primera edición mundialista.
Para su creación fue contratado el artesano francés Abel Lafleur, que lo llamó “Diosa de la Victoria”. Pero en 1946, en un Congreso de la FIFA, se definieron por el nombre Jules Rimet.
Estaba compuesto por una base de mármol en el que se agregaban placas con los nombres de los campeones, mientras que en la parte superior tenía la figura de la diosa griega de la victoria, Niké, que tenía los brazos levantados y sostenía una copa de forma octogonal.
El trofeo medía unos 30 cm de altura, su peso era de 3,8 kg y se estima que su precio rondaba los 50.000 francos.
A lo largo de su historia, el trofeo fue robado en dos ocasiones. La primera fue cuatro meses antes del Mundial de Inglaterra 1966, cuando desapareció del lugar en el que era exhibido. Por suerte principalmente para los organizadores, fue encontrado a pocos días de que termine el evento y se pudo entregar a los ingleses, que se terminaron coronando campeones por primera (y hasta ahora única) vez en su historia.
El héroe de esta historia fue un perro llamado Pickles, que encontró la copa envuelta en periódicos en un arbusto mientras era paseado por su dueño, llamado David Corbett. Nunca se pudo encontrar a los responsables del robo. ¿El premio para Pickles? Un suministro de alimentos para toda su vida.
El segundo robo del trofeo Jules Rimet ocurrió en 1983, en Río de Janeiro, donde era exhibido por la Confederación Brasilera de Fútbol. Esta vez, el trofeo más importante del mundo del fútbol no tuvo un final feliz ya que no fue encontrado (se presume que fue fundido), por lo que los brasileros actualmente exhiben una réplica del original.
La Copa Mundial de la FIFA
Se comenzó a entregar a partir de la edición de Alemania 1974, que quedó en manos del país organizador.
Está hecho por oro de 18 kilates con una base de malaquita y representa la figura de dos personas sosteniendo a la Tierra.
Fue elaborado en 1973 por Bertoni GDE Srl, en Milán, pero el encargado del diseño fue el italiano Silvio Gazzaniga.
Las únicas personas que pueden tocar el preciado trofeo son aquellos jugadores (o ex jugadores) que alguna vez ganaron la Copa del Mundo.
Cuando termina la final del Mundial, los jugadores del equipo ganador levantan el trofeo auténtico, pero luego les dan una réplica. Así lo contaba Fabio Cannavaro, campeón del mundo con Italia en 2006: “La copa que ves en la televisión cuando ganan los jugadores es la real, la auténtica. Es la que recogés en el campo. Luego, en los vestuarios, llegan los chicos de la FIFA con una maleta, alzan la copa y se la llevan. Te dan otra y se van”.
Los nombres de los equipos ganadores son escritos en la base de la copa y aún no se sabe si la FIFA diseñará una nuevo cuando ya no haya espacio, hecho que ocurrirá luego del Mundial de 2038.
A diferencia de la Jules Rimet, que fue entregado a cinco países (Uruguay, Italia, Alemania, Inglaterra y Brasil), el modelo actual de la Copa del Mundo fue levantado por seis selecciones (Alemania, Argentina, Italia, Brasil, Francia y España).