Gustavo Armando “Tuerto” Cárdenas tiene 53 años y desde hace dos décadas es un viejo conocido de las crónicas policiales por delitos relacionados al narcotráfico con base en los barrios Emaús y Empalme Graneros. Con fuertes vínculos en la barra del Canalla también supo expandirse a Hostal del Sol, Fisherton noroeste, el 7 de Septiembre y La Bombacha. Su nombre volvió a surgir este jueves luego de que lo detuviera en una casa de barrio Belgrano por una causa de lavado de activos. Para los pesquisas, el Tuerto era el lugarteniente del capo narco Esteban Alvarado, quien desde la cárcel federal de Ezeiza, digitaba el negocio de la compraventa de autos robados para ponerlos en el mercado legal a través de documentación apócrifa.
Otra contra Esteban Alvarado: 40 allanamientos por lavado de activos con el Tuerto Cárdenas como eje
El Tuerto Cárdenas es oriundo de barrio Emaús pero se mudó en los últimos años, estuvo domiciliado en Arroyito Oeste, pasó por la vecina localidad de Funes y este jueves fue detenido tras un allanamiento en una casa de Mendoza al 7200, de barrio Belgrano.
Veteranos investigadores siempre lo sindicaron como un pesado transero que regenteaba el histórico Búnker del Medio, en Tarragona al 1100 bis. Tenía relación directa con la barra de Rosario Central junto con su amigo Gustavo “Toro” Martinotti, del lindero 7 de Septiembre.
Condenan al Toro Martinotti por balear la casa de su hermana, quien lo denunció por vender drogas
Al Toro también lo relacionaron a hechos de violencia ligados al narcomenudeo, pero la última condena que registra es de 2021 a tres años por balear la casa de su hermana. La cercanía entre Cárdenas y el Toro también quedó plasmada en 2003 cuando estuvieron investigados por pegarle un culatazo y robarle 50 pesos a un joven en Juan José Paso al 7700.
Por el 2012, el poder del Tuerto Cárdenas iba creciendo a la par de la venta de estupefacientes para clientes de todas las clases sociales del búnker del Medio, ese asenso le dio el empujón para disputar el territorio de su rival y tocayo, Roberto “Tuerto Boli” Del Valle Padilla Echagüe de Empalme Graneros.
El Tuerto Boli fue el dueño de la primera cocina de cocaína (donde en realidad se estiraba) en el noroeste, desbaratada en febrero de 2008 y purgó una condena a seis años de prisión. Padilla recuperó la libertad en 2012 e intentó volver a tener la exclusividad del territorio que ya había sido ocupado en parte por Cárdenas y selló su destino.
La noche del 4 de diciembre de ese año iba en su Chevrolet Astra por Donado al 300 cuando una dupla en moto se le puso a la par y lo acribilló. El Tuerto Boli recibió media docena de balazos y estrelló el auto contra una vivienda, a unos 50 metros de la comisaría 17ª.
Desde un primer momento, los investigadores apuntaron al Tuerto Cárdenas como el instigador del asesinato y el juez Luis María Caterina de Instrucción 3ª le dictó la captura.
Se mantuvo prófugo por unos dos años hasta la tarde del 23 de octubre de 2014 cuando amenazó a un playero de una estación de servicio de avenida Circunvalación y Juan José Paso. Cárdenas había llegado en un Mercedes Benz con otra hombre y ante los uniformados dijo que lo increpó porque iba seguido a cargar nafta y todas las veces el playero le anotaba la patente del auto.
Después lo paraba la Policía para requisarlo. Ya en sede policial le saltó la captura por el crimen de Tuerto Boli, fue indagado y quedó detenido. Por este tiempo, también lo relacionaban con seis homicidios: tres se cometieron cerca del Búnker del Medio, dos en Parque Casas y uno en Hostal del Sol. Sin embargo, nunca tuvo acusación formal y algunas fuentes del caso se lo atribuyeron a la connivencia policial que tenía.
Pasó un tiempo y Cárdenas consiguió una morigeración de la prisión preventiva por el homicidio. Quedó con arresto domiciliario en su casa de Reconquista al 2100 hasta que cayó el 25 de abril de 2015 por una causa de drogas de la Justicia federal. Ese día también fueron allanadas la seccional 20ª, de Empalme, y la subcomisaría 24ª, de Juan José Paso al 2000 junto al edificio del Comando Radioeléctrico de Funes.
Los enfrentamientos por el liderazgo de los territorios del noroeste para la venta de drogas al menudeo eran frecuentes y en julio de 2016, su amigo el Toro Martinotti fue denunciado cuando le adjudicaron haber pagado 25 mil pesos para asesinar a Carlos “Negro Cali” Paz, acribillado a tiros en julio de 2016 en la puerta de su corralón de Schweitzer al 6900, de barrio Larrea.
Negro Cali tenía 44 años y estaba sindicado como un alfil de Esteban Alvarado, como el Toro y Cárdenas. Por ello, circulaban dos versiones sobre el móvil: una era una venganza por un problema personal y la otra fue que la orden partió de Alvarado.
El Negro Cali era la competencia directa del Tuerto Cárdenas y tras su muerte lo suplantó su socio Sixto “Chaque o Chaqueño” Pérez y Silvia Blanca «Gorda Bolona» Di Morelle. Así sumó la explotación de las bocas de expendio de drogas al menudeo en Empalme y Larrea.
El Chaque y la Gorda Bolona fueron detenidos en 2017 junto a cinco policías por la misma causa que Cárdenas, quien quedó detenido en la Unidad Federal 35 de Colonia Pinto, en Santiago del Estero.
Con la caída del Tuerto, el jugador que pasó a manejar los negocios fue su pupilo, Leandro Ezequiel Burgos. Incluso había sido detenido en los operativos de abril de 2015 en el «Búnker del Medio» a metros de su vivienda, pero como no se le dictó prisión preventiva siguió el proceso en libertad.
Burgos estuvo con perfil bajo hasta el 18 de julio de 2018 cuando uniformados de la Delegación Antidrogas de la Policía Federal de Rosario lo atraparon manejando un Audi último modelo donde llevaba 40 mil dólares por Provincias Unidas y La República.
Algunas versiones decían que Burgos se había independizado y los pesquisas consultados en aquella oportunidad decían que este muchacho, de 33 años, había logrado entrar en nuevos territorios gracias al respaldo de otra organización más grande o a través del pago de peajes para poder operar no sólo en la zona noroeste sino también en el sur, bastión del clan Cantero de La Granada.
Justicia federal desbarató banda de distribuidores de drogas
El 3 de abril de 2019, El Tuerto Cárdenas recibió su primera condena a 9 años de prisión del Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) como organizador de la banda dedicada al narcomenudeo mientras que los otros siete miembros recibieron penas que van desde los 7 y los 3 años de prisión. Entre ellos estaba Burgos, a quien le aplicaron una pena unificada de 5 años de cárcel en relación a la droga secuestrada en el Búnker del Medio de Tarragona al 1100 bis y por otra causa que tramitaba el fuero provincial.
Respecto a la connivencia policial, el TOF 2 ordenó que se abriera una investigación para corroborar si los uniformados de la comisaría 23ª de Funes, de Comando Radioeléctrico de la misma localidad y de la seccional del barrio Toba de Empalme Graneros (sub 24ª) habían brindado protección a la banda.
En tanto, los cinco policías detenidos de la seccional 20ª, entre los que se encontraba el jefe y el subjefe, junto al Chaque y la Gorda Bolona fueron penados en junio de 2019 a penas de entre cinco años a tres años de prisión condicional por el Tribunal Oral Federal 3 (TOF3).
Cinco policías de la comisaría 20ª condenados por confabular con narcos
Cárdenas consiguió la libertad condicional en 2021 por esta condena que cumplió el 25 de abril de este año por lo que hacía una semana que había saldado sus deudas con la Justicia hasta este jueves cuando quedó detenido tras un allanamiento en su casa de barrio Belgrano.
En este expediente del fuero provincial está sospechado de seguir bajo las órdenes de Alvarado, como hace dos décadas, pero esta vez no en el narcomenudeo sino en el delito de lavado de activos con patas en Rosario, Capitán Bermúdez, San Lorenzo, Pérez, Soldini y en localidades de la provincia de Córdoba. Tras los 43 allanamientos, los investigadores explicaron que la organización blanqueaba el dinero proveniente del narcotráfico a través de la venta de autos robados, cuya documentación era previamente adulterada.