Desde hace un mes, familiares de pacientes terminales con coronavirus pueden despedirse de sus afectos. Con un consentimiento informado y las medidas sanitarias de precaución, las personas pueden ingresar a la sala y dar el último adiós. Un equipo de psiquiatras, trabajadores sociales y psicólogas del Hospital Provincial elaboraron un protocolo que comenzaron a aplicar con la autorización del Ministerio de Salud Nacional y luego del decreto aprobado a nivel provincial a fines de septiembre.
«Pese a la tristeza genera alivio y tranquilidad el poder despedirse. Desde la salud mental sabemos que es necesario para elaborar un duelo”, dijo una de las psicólogas del equipo, Cintia Gambuti, y señaló que el último fin de semana, ocho personas acudieron al llamado para decir adiós.
El equipo que trabaja en el Hospital Provincial, de Alem y 9 de julio, está integrado por ocho profesionales: dos psiquiatras, tres trabajadoras sociales y tres psicólogas que se desempeñan desde hace años en la sala de internación de adultos, cuidados intermedios, terapia intensiva y coronaria. Desde el inicio de la pandemia empezaron a investigar cómo trabajaba la salud mental en otros lugares del mundo.
Con el aluvión de casos, notaron que los pacientes sufrían mucho la soledad y se preguntaron qué recursos había para acompañar esas situaciones. Armaron un protocolo de visita para pacientes en situación crítica e irreversible al que sumaron las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación. Apenas la provincia de Santa Fe decretó su aprobación, la dirección de hospital lo avaló y en acuerdo con los servicios médicos y enfermeros empezaron a implementarlo. La iniciativa apunta a “humanizar la situación crítica, devolviendo fuerza a los lazos para que puedan ceder ante la elaboración del duelo”.
Decir adiós
Cuando el equipo médico detecta una situación crítica e irreversible de un paciente, el equipo de salud mental lo comunica al familiar y acuerdan un día y un horario para la visita. Le explican los riesgos de ingresar a una zona de circulación de virus y las condiciones: quienes ingresen no pueden permanecer mucho tiempo, sólo le pueden tocar la mano al paciente, deben ser mayores de edad, sin patologías previas ni embarazos.
La familia, además, debe firmar un consentimiento informado y un equipo de enfermería la asiste con elementos de protección personal. “Hay que disminuir el riesgo de contagios. Los acompañamos a saludar y los esperamos a la salida. Los días siguientes, hacemos algunas llamadas para ver si es necesario hacer una intervención con familiares”, explicó Gambuti.
Además de las visitas para los últimos días, el protocolo se aplica en situaciones excepcionales como casos de pacientes con melancolía o para comunicar el fallecimiento de un familiar del paciente.
“Ninguno se negó. Despedirse tiene un impacto subjetivo necesario”, señaló Gambuti y adelantó que buscan promover el uso de videollamadas durante la internación. “Desde que el paciente ingresa a la sala no puede recibir visitas. Hay pacientes que permanecen mucho tiempo internados. Es complicado para ellos y para sus familiares. La soledad agrava el cuadro. Los pacientes están aislados y solos. Aunque puedan hablar, no es lo mismo que verse. Hay que seguir priorizando lo humano en pandemia”, agregó.
Derecho
A fines de agosto, el Ministerio de Salud de la Nación dio a conocer recomendaciones para que pacientes con coronavirus que transitan sus últimos días de vida puedan ser acompañados por allegados, preferentemente entre 18 y 60 años.
Estas recomendaciones, elaboradas con los aportes de sociedades científicas, organizaciones de la sociedad civil, de pacientes y universidades «pretenden lograr una mirada federal y multidisciplinaria contemplando una situación epidemiológica dinámica y la evidencia científica disponible aportando nuevos conocimientos en relación al SARS-CoV-2 con los que no se contaba al inicio de la pandemia”, explicaron, y sugirieron que todos los establecimientos de salud conformen un equipo específico para estas situaciones.
Un mes después, el gobierno provincial decretó la aprobación del protocolo de acompañamiento en todos los efectores públicos y privados de salud de todos los niveles en el territorio de Santa Fe.