Pablo Ventura, el último joven detenido en la ciudad de Zárate por su presunta participación en el crimen de Fernando Báez Sosa (19), a la salida de un boliche en Villa Gesell, negó ante la Justicia haber estado en esa ciudad balnearia. Aseguró que no tiene nada que ver con el homicidio, mientras que la autopsia determinó que la víctima sufrió un grave traumatismo de cráneo que le provocó la muerte en el acto.
Fuentes judiciales aseguraron que Pablo Ventura declaró durante 45 minutos ante la fiscal Verónica Zamboni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Villa Gesell. En su indagatoria aseguró que estuvo en Zárate durante todo el fin de semana y que conoce a los otros diez detenidos en el marco de la causa porque juegan al rugby en un club de su ciudad, y que con alguno de ellos tuvo alguna «diferencia deportiva».
El joven, quien se hallaba alojado desde ayer en la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) de Villa Gesell, fue llevado esta mañana al despacho de la fiscal y, en presencia de su abogado Jorge Santoro, aceptó declarar y contestar preguntas.
Las fuentes consultadas aseguraron que Ventura dijo que no es rugbier, que practica remo en el Club Náutico de Zárate, que no estuvo en Villa Gesell y que nunca planeó fugarse.
Tras la indagatoria, el abogado aseguró que en la audiencia se presentaron como pruebas el video de una cámara de seguridad del restaurant en el que el viernes a la noche estuvo Ventura cenando con su padre y su madre, como así también su teléfono celular y los nombres de cuatro testigos que estuvieron con él la madrugada del sábado.
Fuentes judiciales explicaron que esos cuatro testigos declararon este mediodía ante los investigadores y confirmaron la coartada presentada por la defensa del joven.
Además, el abogado Santoro explicó que en el expediente consta «un informe médico que dice que el chico no presenta ningún signo de haber estado en ningún tipo de riña o gresca”.
El letrado aseguró que “el chico está muy preocupado» aunque agregó que «hubo mucha contención por parte de la fiscalía como de la justicia”.
Los otros diez detenidos por el crimen de Báez Sosa, todos ellos integrantes del club Arsenal Zárate Rugby, son representados por el mismo abogado defensor, Hugo Tomei, quien les recomendó negarse a declarar en la indagatoria en la que fueron acusados del delito de «homicidio agravado por el concurso premeditado por dos o más personas», el cual prevé como única pena la prisión perpetua.
Se trata de Matías Benicelli (20); Ayrton Viollaz (20); Máximo Thomsen (20); Luciano Pertossi (18); Ciro Pertossi (19); Lucas Pertossi (20); Alejo Milanesi (20); Enzo Comelli (19); Juan Pedro Guarino (19) y Blas Cinalli (18).
Según las fuentes, cinco de ellos pasaron la noche en la comisaría 2 de Villa Gesell y otros cinco en la comisaría 1 de Pinamar, aunque no se descarta que sean trasladados en las próximas horas al penal de Dolores, mientras se resuelven sus situaciones procesales.
Un investigador cercano al expediente explicó que dos de los acusados están más comprometidos en el caso porque fueron vistos en el video de las cámaras de seguridad cuando le pegan a Báez Sosa.
Por otra parte, la fiscal del caso recibió un adelanto del resultado de la autopsia que determinó que el joven murió como consecuencia de un fuerte «traumatismo de cráneo» que le provocó la muerte en forma casi instantánea.
Los restos de Báez Sosa fueron inhumados este lunes en el Cementerio de la Chacarita, tras un velatorio del que participaron sus padres, su novia, y decenas de familiares, amigos, compañeros del colegio y conocidos de la víctima.
«Pido justicia por mi hijo, lo golpearon hasta matarlo, quiero que la Justicia actúe, que esto no quede impune», dijo esta mañana Graciela, la madre de Fernando, en la sala velatoria donde se encontraba junto a su esposo y padre del joven, Silvino.
El crimen de Fernando ocurrió el sábado, alrededor de las 4.50, a la salida del boliche «Le Brique», en la avenida 3 y Paseo 102, en pleno centro de Villa Gesell, donde el joven estudiante de Derecho fue atacado a golpes de puño y patadas que le provocaron la muerte.