El 25 de octubre de 1997, Diego Armando Maradona disputó su último partido como futbolista profesional en un Superclásico que estuvo repleto de condimentos extras y que terminó con una victoria de Boca por 2 a 1 en el estadio Monumental. «El Diez» alimentó en la semana previa toda una atención especial sobre Ramón Díaz, con quien mantenía una pelea mediática, y en ese marco anunció el final de su carrera.
«Con todo el dolor del alma ha llegado el momento de anunciar mi retiro. Se terminó el jugador de fútbol. Nadie está más triste que yo. Mi papá se fue llorando de mi casa y yo le prometí que cuando pasara una cosa así, largaba todo. Este retiro es definitivo, me lo pidió mi viejo llorando. No puede ser que mi familia sufra tanto con cada control antidoping, que la ola de rumores nos envuelva”, expresó Diego al informar que iba a colgar los botines.
El partido se jugó en la tarde del sábado 25 de octubre debido a que al día siguiente se debían realizar las elecciones legislativas de ese año que concluyeron con el primer triunfo de la Alianza sobre el PJ. Además, fue el primer superclásico de dos futbolistas que habían llegado esa temporada y se convirtieron en glorias del club de La Ribera: el goleador Martín Palermo y el futuro ídolo Guillermo Barros Schelotto.
«Muchachos, yo no sé ustedes, pero para sacarme los puntos estos hijos de puta me van a tener que matar. Me van a tener que sacar la vida. ¿Entendieron lo que les digo? Vamos a poner los huevos carajo ¡Vamos!«, expresó un enérgico Maradona, capitán del equipo, durante la arenga en la manga.
Al inicio del encuentro, Diego hizo su puesta en escena y acompañado por decenas de fotógrafos se acercó al banco de River para estrechar la mano del «Pelado» Díaz, quien incómodo por la situación apenas lo saludó. «Pensé que sería más afectuoso«, ironizó Diego antes de disputar el primer tiempo del clásico, sin destacarse demasiado y demostrando sufrir problemas musculares.
Ambos llegaban invictos y líderes del campeonato. En el primer tiempo, el Millonario mostró una mejor actitud y se fue a los vestuarios con un triunfo parcial 1 a 0 tras un gol de Sergio Berti.
Ya sin Diego, reemplazado por Juan Román Riquelme, Boca salió decidido a cambiar la historia y el elenco que dirigía el «Bambino» Héctor Veira empató con un tanto de Julio César Toresani, mientras que ganó con una conquista de Palermo en una jugada en la que los futbolistas locales protestaron una supuesta falta del «Loco» al arquero Germán Burgos.
«Boca jugó a lo Boca y River jugó a lo River. Ellos hicieron un gran primer tiempo, pero en el segundo se les cayó la bombacha», chicaneó el Maradona a su adversario después del juego. Boca quedó como único líder del certamen, pero una semana después perdió el campeonato cuando sorpresivamente cayó con Lanús 1 a 0 en la Bombonera.
A partir de allí, River no perdió y Boca no pudo descontar nunca los puntos perdidos ante Lanús. Finalmente, el elenco de Núñez se consagró campeón por una unidad por encima de su eterno rival. No obstante, en ese emblemático 25 de octubre de 1997 quedó el recuerdo de una fecha histórica: la última vez que Diego Armando Maradona jugó oficialmente al fútbol.