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El universo

Por Ariel Scher

1) Messi agarra la copa como si fuera un nene, como si fuera un dios o como si fuera Messi, se la pasa al Bisabuelo León que se murió hace unos meses pero está porque no hay modo de que no esté si hay amor y si hay copa y si hay fútbol, y el Bisabuelo León se la pasa a su bisnieto más chico que los acaricia a los dos, a Messi y al Bisbuelo León, bah a los tres porque también acaricia a la copa, y dice que este día es el sol, así que hay que oír a León Gieco: «Veo tus ojos en el sol/ Y tu risa a su alrededor/ Fuego y secreto de este viejo amor».

2) Messi abraza a cada uno de sus compañeros como si sus compañeros fueran él y como si él fuera sus compañeros, y en cada abrazo a la vez abraza y abrazan a los desarrapados ahora felices de los pueblitos perdidos, y uno de esos desarrapados dice que este día es las estrellas, así que hay que recitar a Raúl González Tuñón: «Todo nos falta aquí abajo/ todo menos las estrellas».

3) Messi celebra mientras en cada hueco de la Argentina suenan cantos que hacen eje en su nombre y que, cuando no reiteran su nombre, el nombre que sueltan es «Diego» porque no hay momentos sin historia y porque al fútbol de hoy lo parió el fútbol de cada pasado, y dice alguien de los que le canta a Diego que este día es la luna, así que hay que tararear a Manu Chao: «Vámonos a por la luna en el cielo».

4) Messi sonríe para sus hijitos, y para los hijos y para las hijas de aquellos y de aquellas que crecieron anunciando que un día Messi iba a ser campeón del mundo con la Selección y que la generación de los Messi iba a ser campeona del mundo, y uno de esos muchísimos que siempre creyeron en Messi dice que este día es el cielo, así que hay que corear con Freddy Mercury: «No has visto nada como esto nunca en tu vida. Es como subir al cielo y regresar con vida, dejame contarte sobre esto».

5) Messi encandila desde el fútbol y el fútbol suele ocupar en el centro de la Tierra pero este día ya nunca será cualquier día porque hay tanta felicidad que no cabe en el universo. Bien lo saben el sol, las estrellas, la luna y el cielo, que acarician a Messi, al Bisabuelo León y a su bisnieto más chico y les cuentan que también ellos están de fiesta.