En mayo desde el gobierno nacional anunciaron la vuelta del programa de crédito hipotecario Procrear, pero bajo el modelo con el que intentaron suplantarlo: el UVA. Hasta el 14 de julio quienes tengan ingresos desde 53 mil pesos podrán anotarse en tres bancos para que el Estado subsidie 20% de la compra de un inmueble. El resto correrá por cuenta del banco (70%) y de quien tome uno de los 10 mil créditos propuestos por el gobierno de Cambiemos. A diferencia de los UVA impulsados desde 2016, los créditos tendrán ahora una tasa máxima de 7,5 por ciento y un techo de 140mil UVAs (4,9 millones de pesos). El dato no es menor. El anterior modelo generó que miles de tomadores no puedan pagar las cuotas que crecieron con la devaluación y la inflación en los últimos dos años sin que los salarios fueran actualizados por el mismo monto.
El presidente de la Cámara de Inmobiliarias de Rosario (Cadeiros), José Ellena, analizó el flojo desempeño del UVA en la ciudad.
“Fue resistido por gran parte de los tomadores. Entre abril y mayo de 2018 hubo unos pocos que se sumaron. El efecto de la devaluación y la inflación más la actualización de la cuota lo hizo muy difícil de pagar. Hoy no hay tomadores nuevos de UVA”, dijo.
Según Ellena, el UVA no es una mala herramienta en una economía estable. “El UVA fue una herramienta para acceder a la vivienda, pero trajo el problema de la deuda porque el sistema de indexación hizo que en dos años la cuota cueste 100 por ciento más. Y los salarios en ese tiempo crecieron, en el mejor de los casos, un 50 por ciento. Así surgieron los problemas de los tenedores que hoy sufren por poder pagarlos”, dijo, y graficó: “En 2016 el alquiler de un departamento era de 4 mil pesos y por una cuota de 12 mil accedías a comprar una propiedad. Hoy el alquiler está más caro y la cuota es de unos 25 mil pesos”.
Los problemas con los UVA llevaron a un grupo de rosarinos que tomaron el crédito y no lo podían pagar a buscar ayuda. Primero fueron al Concejo Municipal. La cifra de afectados era de 16 mil en Santa Fe y 170 en Argentina.
Luego llevaron el reclamo a la Defensoría del Pueblo de Santa Fe, que desde 2018 mantiene reuniones con autoridades nacionales para encontrar una solución. Este mes, siempre según explicaron desde la Defensoría que comanda Raúl Lamberto, enviaron una propuesta a tres asociaciones que reúnen a los bancos que emitieron los UVA: la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina (Abappra), y la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA).
Pidieron consensuar medidas para alivianar las cuotas UVA. Lamberto dijo que luego mandó una carta a cada uno de los bancos con las sugerencias de cómo solucionar los problemas. El “pack” incluía morigerar al máximo posible de la tasa de interés que percibe la entidad financiera otorgante del crédito por sobre el incremento que tiene el UVA por inflación; permitir reducciones de accesorios a cuotas; habilitar contratar el contratar seguros a menor valor; y eliminar otros productos bancarios no necesarios y que fueron originariamente contratados.
Lamberto también proponía evitar intimaciones a los deudores conminando a prorrogar plazos o renunciar a esa posibilidad establecida legalmente; y permitir a cada tomador de crédito en forma voluntaria e individual que reduzca la cantidad de UVA que abona mensualmente, producto de comparar la relación de ingresos actuales con la históricamente vigente al momento del tomar el crédito hasta encontrar el equilibrio inicial.
Lo histórico
“Las posibilidades de comprar una casa antes del Procrear (iniciado durante el kirchnerismo) eran muy bajas. Los bancos tienen mejores negocios que el crédito hipotecario. Solo es negocio si ven volumen y estabilidad. En general, las experiencias en cualquier país señalan que el promedio de un crédito es a pagar en 15 años o más. En una economía volátil no existe este mediano o largo plazo”, opinó el presidente de Cadeiros, y agregó: “Antes del Procrear solo un 7 por ciento del mercado inmobiliario era por crédito hipotecario de un banco. En Chile o Uruguay son más de la mitad de todo lo vendido. Los corredores inmobiliarios de otros países no pueden creer que las operaciones en Argentina sean en efectivo”.
Lo nuevo
El presidente de Cadeiros explicó que los afectados por los créditos UVA “ahora intentan renegociar con los nuevos UVA porque la actualización del valor (sujeta al índice de la construcción, el dólar, entre otras variables) se les hace impagable”.
“Aún no hemos visto ninguno en Rosario. La referencia es que van a ser más laxos respecto a la actualización de las cuotas extendiendo la cantidad de cuotas en el tiempo. Se atrasa pero seguís teniendo la deuda”. Ellena habló de la nueva línea de compra de inmuebles del Procrear que está destinada a 10 mil familias para que puedan llegar a pagar una vivienda nueva o usada. Hasta el 14 de julio la inscripción es a través de la página www.argentina.gob.ar/interior/procrear/.
Siempre según explica el sitio, se puede acceder bajo un esquema de ahorro, subsidio y crédito, donde el ahorro corresponde al aporte de los beneficiarios. El crédito hipotecario será otorgado por alguno de los tres bancos participantes (Banco Nación, Banco Provincia y Banco Ciudad) y el Estado nacional acompañará con un subsidio no reembolsable de hasta 18 mil UVA.
El plazo de pago es de hasta 30 años y está destinado a personas que tengan entre 18 y 55 años al momento de inscripción con ingresos familiares netos mensuales de entre dos y siete salarios mínimos vitales y móviles (25 mil pesos a 87.500 pesos). La antigüedad laboral mínima es de un año. La vivienda a adquirir deberá estar ubicada dentro de un radio de 100 kilómetros del domicilio declarado en el formulario de inscripción o del domicilio laboral.