Un grupo de trabajadores de la Planta Navarro de Acindar, ubicada en la zona oeste de la ciudad, realizó ayer durante tres horas una masiva movilización frente a la fábrica de laminados ante el temor de un cierre. La comisión interna gremial denunció que en los últimos seis meses se redujo un 50 por ciento el personal con retiros voluntarios “forzados” e imponiendo temor entre los obreros.
En ese marco, hoy habrá una reunión clave en la sede local del Ministerio de Trabajo santafesino para sellar un compromiso que les garantice a los empleados una perspectiva laboral de, al menos, seis meses más.
La movilización se desarrolló, con un corte parcial de avenida Presidente Perón (ex Godoy) a la altura del 8000 (donde está la planta), entre las siete y las diez de la mañana.
Hasta allí también llegaron referentes políticos, sindicales y sociales de la ciudad.
En diálogo con El Ciudadano, Fernando Nano, delegado de la planta, relató que el conflicto comenzó a agudizarse en septiembre, cuando unos 80 trabajadores tomaron retiros voluntarios que, en realidad –según el dirigente gremial–, fueron “forzosos”.
Así, la fábrica redujo su personal a la mitad y dio inicio al “vaciamiento”.
“Fueron metiendo miedo para llegar a esa situación de despidos encubiertos, amenazando siempre con la posibilidad de cierre. También se anticiparon jubilaciones y no se renovaron varios contratos. Antes, en julio, se habían ido 17 compañeros. Todo eso fue haciendo que la producción funcionara a medias. Se fueron jefes de turno y falta personal de seguridad”, contó Nano.
Siempre con el malestar y la tensión a cuesta, en ese marco anteayer trabajadores y representantes de la patronal debían concretar una nueva reunión para consensuar un plan de trabajo hacia los próximos seis meses.
“Lo cierto es que ayer (por anteayer) mientras buscábamos acordar esto, de forma perversa y por atrás, el gerente de Producción le informó a 24 compañeros que este jueves debían presentarse en otra planta de la empresa, Heredia (ubicada a pocas cuadras de Navarro), para continuar sus tareas allí, donde ya la semana pasada les dejaron vencer el contrato a 12 personas”, confió Nano.
Los trabajadores leyeron la movida como un nuevo paso hacia un cierre definitivo, lo que los deja en una situación delicada.
“Cuando nos enteramos del traspaso vimos que nos íbamos a quedar sin nada que hacer. Encima este miércoles también Litoral Gas nos apagó el horno con que producimos. Es por todo esto que decidimos salir a la calle”, mencionó el dirigente.
En tanto, la manifestación de la UOM también se dio para que el traslado de los 24 obreros a Heredia se dé en forma “prolija” y que las condiciones de trabajo sean las mismas que en Navarro.
Con todo, la protesta en frente a la planta trajo resultados inmediatos.
Es que finalmente los directivos de Acindar aceptaron elaborar un plan de trabajo por los próximos seis meses que les asegure a los obreros su empleo por ese lapso.
El acuerdo se firmará hoy en la sede local del Ministerio de Trabajo santafesino con la presencia del titular de la cartera, Julio Genesini.
La voz de la empresa
El estallido del conflicto en Acindar se venía preanunciando desde fines del año pasado, cuando la siderúrgica dio a conocer a sus obreros que reduciría de tres a dos los turnos de producción de hierros y palanquillas, algo que se concretó desde el primer día de septiembre.
Desde la empresa mencionaron por entonces que el achique se debía al contexto económico recesivo, aunque buscaron aclarar que la eliminación de un turno de producción no eran despidos sino retiros voluntarios “acordados”, algo que los trabajadores niegan.
Estos retiros, según Acindar, “serían más beneficiosos que las indemnizaciones” por cesantías y se pagarían en cuotas. Además, la empresa ofreció a los retirados abonarles capacitaciones en otros oficios.
El gremio, más cauto
Antonio Donello, el secretario general de la UOM Rosario, se mostró más optimista y contemplativo que los trabajadores y delegados de la planta Navarro. “Acindar garantizó que no va a cerrar sus puertas. Estamos en diálogo permanente y nos aseguraron que no se van a perder fuentes de trabajo”, marcó el dirigente sindical. “Los compañeros trasladados van a conservar las condiciones laborales y serán reubicados y capacitados en las nuevas funciones en caso de ser necesario, mientras que quienes recibieron el retiro aceptaron la propuesta, o sea que en eso el gremio no interviene”, explicó el dirigente.