El VAR fue el protagonista especial influyendo en las posiciones finales del grupo B ya que en los dos últimos partidos fue decisivo para el resultado registrado. España y Portugal terminaron siendo primero y segundo en la zona, pero antes hay una historia que contar.
En el empate 2-2 de España y Marruecos el tanto de Iago Aspas, a los 46 minutos del segundo tiempo, que significa la igualdad para la Furia Roja fue convalidado por el árbitro Irmatov a través del VAR porque en principio había sido anulado por posición adelantada del delantero de Celta.
Casi al unísono, Enrique Cáceres, árbitro del empate 1-1 entre Portugal e Irán, veía una y otra vez una mano de Cedric en el área lusa que finalmente, con el apoyo de sus colegas desde afuera, le permitió cobrar penal para Irán cuando el partido expiraba. Ansarifard lo cambió por gol y ahí España, por diferencia de goles, terminó primera en el grupo, Portugal segundo y Marruecos e Irán eliminados del Mundial.
De todas formas a las selecciones europeas les costó más de lo que se preveía clasificar a los octavos de final compartiendo el grupo con Irán y Marruecos, que tuvieron una actuación digna en cada encuentro. Los asiáticos pusieron contra las cuerdas a los lusos y los africanos metieron en aprietos a los españoles.
En Kaliningrado, España sufrió primero y luego terminó festejando su pase a octavos. Marruecos aprovechó cada indecisión defensiva para ponerse arriba en dos ocasiones. Pero el equipo de Hierro fue paciente y sobre la hora con una exquisita definición de taco de Iago Aspas se quedó con el punto que le aseguró el primer lugar en la zona.
En tanto, en Saransk, Cristiano Ronaldo y sus amigos veían como ese primer lugar se les escurría por los dedos. Portugal arranco ganando con un golazo de Quaresma, tuvo la chance de aumentar el resultado a través de un penal, pero CR7 falló e Irán en el último minuto, desde los doce pasos, lo condenó a jugar en octavos ante la dura Uruguay.