El Vaticano afirmó este jueves que la «Doctrina del descubrimiento», como se conoce a la serie de bulas papales que en el siglo XV dieron la bendición de la Iglesia a la ocupación de tierras indígenas en América y África, nunca fue católica, al tiempo que lamentó los «actos malvados» que cometieron los cristianos contra estas poblaciones y oficializó su pedido de «perdón».
«La Doctrina del descubrimiento no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica», plantearon en una nota conjunta los Dicasterios para la Cultura y el Desarrollo Humano Integral, en la que los organismos sostienen que «muchos cristianos han cometido actos malvados contra los pueblos indígenas».
«Gracias a la ayuda de los pueblos indígenas, la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes, provocados por la expropiación de sus tierras», y «las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas», agregó el escrito oficial.
Según algunos estudiosos, esta «doctrina» encontró su fundamento en diversos documentos papales, en particular las Bulas de Nicolás V «Dum Diversas» (1452) y «Romanus Pontifex» (1455), y en la de Alejandro VI «Inter Caetera» (1493).
Se trata de actos con los cuales estos dos Pontífices autorizaban a los soberanos portugués y español a apoderarse de las propiedades en las tierras colonizadas sometiendo a las poblaciones originarias.
«La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica», agregó la misiva.
En 2015, durante su visita a Bolivia, el Papa ya había pedido perdón por el comportamiento de la Iglesia en la denominada conquista.
“Alguno podrá decir, con derecho, que cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, sostuvo entonces Jorge Bergoglio.
El reclamo de una revisión de las bulas de la época de la conquista había sido uno de los ejes de los reclamos, entre otros, del Gobierno canadiense al pontífice durante la visita de julio pasado.
En ese marco, la nota conjunta agregó que, «al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que estas bulas papales no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas».
«La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas», se informó.
«Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón», añadió la nota.
El Vaticano afirmó hoy que la «Doctrina del descubrimiento», como se conoce a la serie de bulas papales que en el siglo XV dieron la bendición de la Iglesia a la ocupación de tierras indígenas en América y África, nunca fue católica, al tiempo que lamentó los «actos malvados» que cometieron los cristianos contra estas poblaciones y oficializó su pedido de «perdón».
«La Doctrina del descubrimiento no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica», plantearon en una nota conjunta los Dicasterios para la Cultura y el Desarrollo Humano Integral, en la que los organismos sostienen que «muchos cristianos han cometido actos malvados contra los pueblos indígenas».
«Gracias a la ayuda de los pueblos indígenas, la Iglesia ha tomado mayor conciencia de sus sufrimientos, pasados y presentes, provocados por la expropiación de sus tierras», y «las políticas de asimilación forzada, promovidas por las autoridades de gobierno de la época, que buscaban eliminar sus culturas indígenas», agregó el escrito oficial.
Según algunos estudiosos, esta «doctrina» encontró su fundamento en diversos documentos papales, en particular las Bulas de Nicolás V «Dum Diversas» (1452) y «Romanus Pontifex» (1455), y en la de Alejandro VI «Inter Caetera» (1493).
Se trata de actos con los cuales estos dos Pontífices autorizaban a los soberanos portugués y español a apoderarse de las propiedades en las tierras colonizadas sometiendo a las poblaciones originarias.
«La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica», agregó la misiva.
En 2015, durante su visita a Bolivia, el Papa ya había pedido perdón por el comportamiento de la Iglesia en la denominada conquista.
“Alguno podrá decir, con derecho, que cuando el Papa habla del colonialismo se olvida de ciertas acciones de la Iglesia. Les digo, con pesar: se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”, sostuvo entonces Jorge Bergoglio.
El reclamo de una revisión de las bulas de la época de la conquista había sido uno de los ejes de los reclamos, entre otros, del Gobierno canadiense al pontífice durante la visita de julio pasado.
En ese marco, la nota conjunta agregó que, «al mismo tiempo, la Iglesia reconoce que estas bulas papales no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas».
«La Iglesia también es consciente del hecho de que el contenido de estos documentos ha sido manipulado para fines políticos por las potencias coloniales que competían entre sí, para justificar actos inmorales contra las poblaciones indígenas, realizados algunas veces sin oposición de las autoridades eclesiásticas», se informó.
«Es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón», añadió la nota.