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El wichí y el qom comienzan a ser hablados en la primera infancia y en la adolescencia

Según el Centro Universitario de Idiomas de la UBA, en Argentina existen entre 16 y 36 lenguas indígenas. Y pese a que en general, están en proceso de retracción o desplazamiento por el castellano, especialistas dicen que el wichí y el qom resurgen gracias a los mayores que los transmiten y a su rec

Lingüistas y referentes de pueblos originarios de Argentina advierten que, pese al sostenido retraimiento en el uso de la mayoría de las lenguas indígenas debido a la vulnerabilidad social en la que vive parte de sus hablantes, algunas «emergen» en la memoria de personas mayores, quienes realizan un ejercicio activo para transmitirla a sus descendientes.

En ese sentido Naciones Unidas, a través de la Unesco, proclamó el período comprendido entre 2022 y 2032 como el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas del Mundo. El organismo multilateral busca «llamar la atención del mundo sobre la difícil situación de muchas lenguas indígenas y movilizar a las partes interesadas y los recursos para su preservación, revitalización y promoción».

Beatriz Gualdieri es lingüista con formación en Perú y Brasil, se desempeña como docente en posgrado de formación de educadores indígenas en Bolivia y en la actualidad además coordina el Área de Estudios Interdisciplinarios en Educación Aborigen, de la Universidad Nacional de Luján.

Entrevistada por Télam, la especialista consideró que «el destino de las lenguas está inevitablemente atado a sus hablantes. No existen sino entramadas con la vida de las gentes en comunidad».

En las comunidades wichi la lengua y su cultura son transmitidas por los mayores y aceptadas por los jvenes

En las comunidades wichi la lengua y su cultura son transmitidas por los mayores y aceptadas por los jóvenes.

Para Gualdieri, «las gentes tampoco existimos sin una o más lenguas en nuestra vida. Distintos tipos y grados de bilingüismos no son una rareza, aunque en los imaginarios que sustentan y son sustentados históricamente en la construcción de nuestra ‘identidad nacional’ se refuerza esa ecuación heredada de Europa, a la que podemos sintetizar en el concepto ‘un Estado, una nación, una lengua'».

Verónica Azpiroz Cleñan, mapuche, politóloga, referente de la comunidad mapuche Epu Lafken de la localidad bonaerense de Los Toldos e integrante del Tejido de Profesionales Indígena, señaló a esta agencia que, «en general, las lenguas indígenas están todas en proceso de retracción o desplazamiento por el castellano, salvo el wichí y el qom que comienzan a ser habladas tanto en la primera infancia como en la adolescencia».

A su vez, indicó que ambas lenguas están siendo recuperadas en ámbitos universitarios o en ámbitos de autogestión comunitaria, mientras que el mapuzdungún (lengua mapuche) también «es una lengua en retracción, porque no hubo ni hay traspaso generacional y lo hablan personas mayores. Recién después de 40 años estamos iniciando un proceso de revitalización».

Infografa de Tlam

Infografía de Télam.

Por su parte, Silvia Sosa, docente, investigadora y hablante de la lengua quichua santiagueña y coordinadora de la carrera Tecnicatura Superior Universitaria en Educación Intercultural Bilingüe con mención en esa lengua, señaló que «la lengua quichua de Santiago del Estero es una variedad lingüística perteneciente a la familia quechua extendida por la zona andina desde Colombia hasta Argentina con alrededor de ocho millones de hablantes», vive también «un panorama de una enorme vulnerabilidad».

«La mayor parte de las comunidades quichua hablantes se localizan en zonas rurales con altos índices de pobreza», por lo que «ser quichuista es sinónimo de atraso y pobreza, en el imaginario social aún vigente. Sumado a esto el grado de bilingüismo y el desplazamiento de cientos de santiagueños radicados en el conurbano bonaerense y a otros tantos distribuidos en todo el país», agregó.

Gualdieri sostuvo que «la lengua originaria va dejando de ser hablada, arrinconada, porque es tan drástica la dominación y la estigmatización, y tan vital la necesidad de hablar la lengua dominante (la necesidad de ´integrarse´, en principio laboralmente), que la socialización de las nuevas generaciones se empieza a realizar en esa lengua dominante, después de dos o tres generaciones ya casi no queda más que memoria de aquella lengua propia, y algunos términos en la lengua dominante».

Telam SE

En Argentina existen entre 16 y 36 lenguas indígenas, según el mapeo realizado en el «Año internacional de las lenguas indígenas 2019» por el Centro Universitario de Idiomas de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA).

Las especialistas y referentes indígenas coinciden en señalar la falta de datos cuantitativos oficiales y actualizados. «Después de 200 años de historia del Estado argentino, aún no existe institucionalidad que se ocupe del tema, que regule, normatice y brinde datos cuantitativos sobre situación y estado de las lenguas, cantidad de hablantes, recuperantes, enseñantes, etc. Esto fue lo que desnudó el proceso de instalación de la pregunta 24 sobre diversidad lingüística en el Censo 2022», indicó Cleñan.

Guardianes de la lengua. Yagán

 


Por su parte, Sosa señaló que hubo avances, pero no es suficiente: «con la reforma de la Constitución Nacional, en 1994, hubo un gran avance a partir de la incorporación del artículo 75, inciso 17 y la posterior implementación del Programa de Educación Intercultural Bilingüe, pero no es suficiente». Este artículo reconoce «la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos».

Gualdieri cuestionó el término «extinción» ya que «lenguas supuestamente extintas han emergido en la memoria de ancianos y ancianas» y recomendó «un hermoso documental del Canal Encuentro (Guardianes de la lengua/Yagán), donde una nieta de Cristina Calderón ‘la supuesta última hablante de yagan’ viene realizando, desde la lingüística un trabajo de documentación e investigación sobre esa lengua».

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