Desde aquél primer grito de “¡Acción!” en octubre de 1957 hasta la actualidad el espíritu de El Zorro, ese héroe enmascarado interpretado por Guy Williams, sigue vigente. Es que con su espada, su destreza para la esgrima y su inolvidable “Z” marcada en cada villano que enfrentaba, el aristocrático Diego de la Vega no sólo dejó huellas con sus capítulos, también lo hizo en la vida de tres generaciones, y sobre todo, en un nivel afectivo y laboral en el actor argentino Fernando Lúpiz, único heredero del legado de este querible enmascarado que aún sigue vigente en la tevé argentina.
La muestra y conferencia El Zorro entre nosotros tendrá lugar este sábado, a partir de las 18, en la Sede Central del Club Gimnasia y Esgrima, de Laprida 951, con entrada libre y gratuita. Lúpiz, a sus 66 años, ya no interpreta a El Zorro ni a su hijo, papel que hacía cuando se presentaba con el mismísimo Guy Williams en sus shows: dejó de lado la esgrima pero continúa deslumbrando a familias enteras con las anécdotas vividas junto al actor norteamericano.
Parte de todos esos momentos vividos se podrán conocer y disfrutar esta tarde en la Sede Central del Club Gimnasia y Esgrima, donde se presentará la muestra itinerante El Zorro entre nosotros, que incluye no sólo la presencia y diálogo con el actor argentino, sino también una serie de elementos que utilizó Guy Williams en el rodaje de la emblemática serie.
“Son los reales; muchos me sugieren que ponga algunas réplicas por cuestiones de seguridad, pero decidí no hacerlo. Todo lo que la gente ve es de verdad, son elementos usados por el mismo Zorro en cada grabación, y durante un par de horas la gente los va a poder tener bien cerca”, dijo Lúpiz en diálogo con El Ciudadano.
El encuentro, que tuvo su debut en febrero pasado en Mar del Plata, es auspiciado por Salones Puerto Norte y ya tiene confirmadas fechas en las localidades de Navarro y Moreno (en mayo y junio, respectivamente), además de la fecha local.
“Durante 16 años fuimos muy amigos, incluso lo sentí como un padre, porque no paró de darme consejos y de demostrarme su afecto, al igual que a mi familia; incluso vivió en la casa de mi madre por siete meses, cuando había venido a la Argentina por sólo quince días”, recordó el actor entre risas sobre una de las tantas vivencias compartidas con Williams.
“La verdad es que cada día siento que, como dice el título de la muestra, «El Zorro está entre nosotros», porque más allá de que se cumplieron 30 años de su muerte, él me sigue dando alegrías, incluso este trabajo que es mostrar sus cosas por todo el país”, dijo Lúpiz emocionado.
A su vez, el actor, hijo de quien fuera DT de Rosario Central en 1960, Enrique Lúpiz, adelantó que para el próximo Día del Niño espera tener un encuentro “mucho más grande e imponente” con la muestra como protagonista.
Sobre los elementos que integran la exposición, el público podrá ver cosas que “no las tiene ni Disney”, entre ellas la máscara original, una de las fajas que usó Wiliams de 1957 a 1960, los estribos de Tornado, su caballo, y una de las espadas inglesas cuya parte de atrás de la hoja fue forjada en Tandil, arma que fue usada en los 750 shows que compartieron El Zorro y “su hijo”, un joven Fernando Lúpiz.
“Incluso tengo muchas más cosas suyas, como la camisa original de su traje o el arma que usaba cuando iba junto a Walt Disney a dispararle a los tiburones para que no llegaran a la costa y se comieran a los que estaban en el mar, a ésa la registré a mi nombre y todo”, agregó el actor.
Y compartió: “Tras la muerte de Guy, su gran amor, la periodista Araceli Lisazo, me dijo: «Siempre presentás en tus espectáculos las cosas de Guy, ahora se las podés mostrar a la gente». Y me trajo las pertenencias que Guy se «chafó» de Disney (risas), porque él siempre decía que fue el único que las había usado, por ende, le pertenecían”.
La muestra también cuenta con la presencia del biógrafo Alejandro Amor, quien durante el encuentro realiza un riguroso recorrido por las aristas del personaje en cuestión narrando anécdotas de Guy Wiliams durante su estadía en Buenos Aires.
Si bien Lúpiz sigue siendo conocido también por su protagónico en televisión del programa Detectives de señoras (1990), su historia comenzó una tarde mientras compartía una gaseosa con su padre en un bar de Rosario.
“Recuerdo que había perdido Central y mi viejo no podía salir del bar porque lo estaban esperando unos hinchas en la puerta. Cualquiera diría que por eso no me dediqué al fútbol, pero en verdad fue porque mi viejo me dijo que para el fútbol era de madera así que debía hacer esgrima, como él. Fue así que comencé y recorrí medio mundo con la esgrima, hasta fui campeón. Después hice un par de publicidades, hasta que vi que con un aviso ganaba plata para mantenerme una semana, y luego llegó la propuesta de la marca de las tres tiras para hacer un aviso junto al futbolista (Miguel Ángel) Brindisi. Después tuve uno de la cerveza argentina más conocida, donde me vio Alejandro Doria. Y me dijo: «Nene, tenés que actuar. Tenés mucho que pulir». Patricia Palmer me agarró de una oreja y me llevó a estudiar con Lito Cruz. Así empecé con las novelas y fui abriéndome camino en la actuación”.
Un 125 histórico
En medio de las anécdotas, también está el auto que tiempo atrás tenía Lúpiz: un Fiat 125. Entre sus tantos encuentros con Guy Williams, una tarde, el enmascarado quiso conducirlo y hubo fotos del momento. Tal fue la sorpresa para Lúpiz que hace poco lo contactaron desde la misma firma Fiat, ya que un historiador conoció la anécdota y quiso incluir el registro fotográfico de Williams al volante del 125 para el museo de la marca.
“Esa tarde fue genial, porque le dije que no podía creer que El Zorro estuviese manejando mi auto. Yo era muy joven, idolatraba a ese personaje y de repente lo tenía a mi lado. Pero él se molestó y me remarcó con un insulto bien yanqui que no era El Zorro, era simplemente Guy Williams”, recordó.
Enmascarado y con capa
Si bien el personaje de El Zorro surgió casi veinte años más tarde que Batman, Lúpiz no pudo pasar por alto la actualidad. El avance de la tecnología muestra, al mismo tiempo, otro tipo de héroes y propone historias con mayores recursos visuales. “El Zorro se empezó a emitir en la Argentina entre el 63 y el 65, cuando en Estados Unidos ya había terminado (en 1959), y por esa época, Guy Williams hacía Perdidos en el espacio. Sin embargo, la gente de acá lo recibió eufórica, con la calidez que nos caracteriza a los latinos y él estuvo muy a gusto, incluso lo invitaban a tomar mate a una casa y él iba sin problemas… y no conocía a nadie (risas). Entiendo que los chicos, sobre todo, quieran y disfruten de la tecnología de hoy, pero si El Zorro sigue vigente es porque tiene valores que hacen que con ellos se supere todo lo demás. Siempre uno que vuela es novedoso, y que tenga súper poderes también, pero que se cuelgue de una soga para ir de un lado al otro o hacer una trampa y capturar a un malvado son cosas que los chicos pueden hacer en el patio de su casa. Y esa magia queda grabada en su alma, como la «Z». Lo bueno de los capítulos es que son muy previsibles, y eso ayuda mucho a los chicos a tener seguridad. De hecho, un pediatra y psicólogo que fue al programa que hacíamos en Canal 13, El club del Zorro, nos dijo eso: que los chicos ven sus dibujitos favoritos varias veces porque después les da seguridad el hecho de saber qué va a pasar”, remarcó.
Un gran regreso
El último personaje que Fernando Lúpiz hizo en el cine fue en No llores por mí Inglaterra, que se estrenó el año pasado al mismo tiempo que comenzaba el Mundial de Fútbol en Rusia y no obtuvo el resultado esperado.
“Tengo 66 años, estoy con un espíritu muy jovial y hablar de cosas buenas es necesario y es lo que hacemos con la muestra del Zorro, más allá de que vivimos la crisis como todos, en especial los actores, pero no bajo los brazos”, dijo el actor. Y completó: “Estoy trabajando en una nueva versión de la serie de tevé Detectives de señoras, 25 años después. Esta vez será un investigador muy particular, un tipo grande, que en medio de un tiroteo tiene ganas de orinar, o mezcla los casos porque no quiere usar anteojos por una cuestión estética. Por el momento estoy buscando un empresario que se quiera sumar a la idea y lo bueno de hoy es que no debo depender de ningún canal, hay muchas plataformas para poder mostrar la serie. Eso sí, este programa va a respetar a la mujer que no será un objeto. La verdad es que en el viejo Detectives… no nos dábamos cuenta del trato que le dábamos a la mujer, era un código de comedia de esos tiempos. Hoy aprendemos juntos y apoyamos la igualdad de oportunidades. Tengo una hija de 34 años, toda esta movida me ayuda a pensar mucho más y mejor en ella”.