El domingo 22 de octubre se llevaron a cabo las elecciones en todo el país, y la definición para elegir al próximo presidente de los argentinos se trasladó a un balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei.
En Argentina, votar es obligatorio, por lo que aquellos que no lo hagan y no tengan justificación ante la Justicia Electoral deberán someterse a multas económicas y administrativas. Mientras que muchos indecisos se preguntan a quién puede favorecer el voto en blanco en este marco de segunda vuelta electoral.
Qué es el voto en blanco
La Cámara Nacional Electoral (CNE) define al voto en blanco como «una herramienta con la que cuentan los electores para manifestar su disconformidad con todos los candidatos y con las propuestas formuladas por los partidos políticos».
El organismo electoral detalla, además, las tres formas distintas de votar en blanco:
- Que el sobre se encuentre vacío.
- Que el sobre contenga un papel (de cualquier color), sin imágenes, textos ni objetos extraños.
- Que el sobre contenga una boleta oficializada, pero que le falte el cuerpo correspondiente a una categoría. En ese caso, se considerará «voto en blanco» solo para dicha categoría.
Qué diferencia hay entre voto en blanco y voto nulo
Según el Código Nacional Electoral, un voto se computa como blanco cuando el sobre estuviere vacío o con papel de cualquier color sin inscripciones ni imagen alguna. En cambio, el voto nulo, una forma de sufragio que podría confundirse con el voto en blanco, es aquel que se emite mediante boletas no oficializadas, contiene objetos extraños, y/o defectos formales suficientes como para anular la opción electoral.
A quién favorece el voto en blanco en un balotaje
El voto en blanco, entonces, es considerado un voto válido, pero no afirmativo. Por ende, según el artículo 151 del CEN —que establece que resultará electa la fórmula “que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos”— en el balotaje los votos en blanco no favorecen a ninguno de los dos candidatos en pugna.
Votar en blanco no es lo mismo que anular el voto, o que el voto sea impugnado. En cualquiera de esos dos casos, los votos se consideran no válidos.