Este lunes por la tarde, la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta y su equipo de trabajo recorrieron la Biblioteca Popular Pocho Lepratti (Chacabuco 3085) en el marco de la presentación del programa de Escuelas Populares de Formación en Género y Diversidad “Macachas y Remedios”. La Biblioteca consiguió este financiamiento económico y técnico que comenzará a dictar en junio.
El programa existe desde 2020 y el Ministerio viene haciendo recorridos por distintas localidades donde intentan reforzar el vínculo entre organizaciones sociales y el Estado. Para la Escuela en la Biblioteca ubicada en barrio Tablada se formarán dos grupos y cada uno tendrá ocho encuentros con modalidad de taller, todos los sábados a la mañana a partir de junio. La inscripción está abierta para toda la comunidad -mayores de 18 años- durante todo mayo, a través de este enlace https://forms.gle/YPkGJSjx44SGGF7UA.
Además, la Escuela contempla que quienes quieran participar y tengan hijos a su cargo tengan a disposición un espacio para que los menores estén bajo cuidado y los adultos no se priven de asistir a los encuentros.
Del equipo de la gestión de Alberto Fernández estuvieron presentes Diana Broggi, subsecretaría de Formación, Investigación y Políticas Culturales para la Igualdad y Victoria Obregón, directora Nacional de Formación y Capacitación en Género y Diversidad. También participaron la ministra de Igualdad, Género y Diversidad de la provincia de Santa Fe y la concejala Julia Irigoitia, del Frente de Todos.
Las funcionarias realizaron una recorrida por los distintos espacios que involucran a la Biblioteca desde las salas donde dictan capacitaciones y las del Jardín de Infantes, la cocina que funciona con una ayuda semanal a modo de comedor comunitario, el estudio de Radio La Hormiga FM 104.3 y la propia biblioteca.
Durante la visita, integrantes de la Pocho Lepratti pusieron al tanto a las funcionarias sobre el rol que cumple la Biblioteca en el barrio, desde cuándo existe, cómo se vinculan con otras organizaciones y cómo es el territorio que habitan. Sobre este último punto dieron cuenta también de cómo cambia la vida en Tablada cuando cae la noche, por las situaciones de violencia narcocriminal que se replican también en la mayoría de los barrios de la ciudad.
Asimismo, desde la Biblioteca aportaron algunos datos acerca de la realidad de Rosario y Santa Fe: la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) -que es un organismo dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación- incluye 1200 bibliotecas populares de todo el país de las cuales 157 son santafesinas, «es la provincia con más bibliotecas populares» sostuvieron con orgullo.
También resaltaron que entre el jardín de infantes y los talleres asisten 45 niñas y niños de 2 a 5 años. Por otro lado, una vez a la semana ofrecen «la olla de la Pocho», un plato de comida semanal para cerca de 150 personas que involucran a 50 familias.
«La biblioteca históricamente había tomado una decisión de que no se estableciera como merendero o comedor. Pero con la pandemia vimos cómo se acrecentaron los problemas, lo empezamos a hacer, la respuesta fue masiva y nunca se cortó», explicó Aldo Ruffinengo, coordinador de Radio La Hormiga.
«Cada merendero o comedor que se abre es difícil que se cierre por el contexto en el que estamos, lamentablemente», consideró.
La Biblioteca existe como asociación desde el 18 de octubre de 2002, en la zona sur de la ciudad. Trabaja de forma permanente con organizaciones del barrio y si bien sus actividades y talleres son abiertas para toda la población rosarina, la mayoría de los asistentes son de barrio Tablada.
Lleva el nombre de Claudio “Pocho” Lepratti, militante social y ex seminarista cristiano, que fue asesinado por la policía santafesina en diciembre de 2001. La Biblioteca, además, intenta sostener encendida la memoria de este militante y de todo lo ocurrido aquellos turbulentos días.
Línea directa
Las funcionarias nacionales estuvieron en Rosario este lunes porque este martes 17 de mayo se realizará la Primera Sesión Ordinaria 2022 del Consejo Federal del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación en Rosario
El Consejo Federal es una instancia de articulación, coordinación e intercambio entre este ministerio y las áreas competentes en la materia de los gobiernos de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por primera vez se realiza en una provincia y la elegida es Santa Fe, con la ciudad de Rosario como escenario.
Una vez terminada la recorrida, se dio lugar a un encuentro entre las funcionarias, entre ellas Diana Broggi, subsecretaría de Formación, Investigación y Políticas Culturales para la Igualdad de Nación, y organizaciones sociales de la ciudad.
Gómez Alcorta dio la palabra a las asistentes para que contaran quiénes son y dónde trabajan. Las inquietudes de las presentes rondaron en relación a la demora en la atención cuando las mujeres víctimas de violencia realizan sus denuncias en las comisaría y ciertas inequidades entre varones y mujeres a la hora de percibir la Asignación Universal por Hijo.
La ministra nacional tomó nota de lo planteado y antes que nada planteó que la idea de estos encuentros es que los equipos que integran la cartera que dirige tomen contacto con las organizaciones territoriales: «No hay un lugar que pisemos donde no hagamos ronda de compañeras. Así es como pensamos las políticas públicas».
Acordó, a su vez, con lo expuesto y contó que en cada provincia que visitan el mayor obstáculo que plantean las militantes tiene que ver con el accionar de la Justicia. Si bien el Ejecutivo no tiene incumbencia en este aspecto desde el Ministerio sí plantearon a este medio que la perspectiva que adoptaron desde su creación, durante la actual gestión, es pensar la violencia específica contra mujeres y personas de la comunidad LGBITQ+ no solo en el plano de la emergencia sino también de manera integral teniendo en cuenta cuáles son los factores estructurales que reproducen las formas de violencia.
Una de esas formas es la Escuela de Formación de la cual ahora la Pocho Lepratti será parte. Allí el eje, sintetizaron, tiene que ver con darle forma a saberes específicos que circulan entre quienes tienen militancias y trabajos en el territorio de la ciudad y tienen relación con esta problemática que en Argentina, y América Latina, no cede.
Algunas de las participantes señalaron la cantidad de años que hace que militan o que participan como voluntarias en la atención y acompañamiento de mujeres que atreviesen situaciones de violencia doméstica. En este sentido, Gómez Alcorta planteó que el Ministerio tiene, entre otros objetivos, brindar recursos económicos y técnicos para facilitar -y reconocer- estas acciones.
Hubo militantes y trabajadoras del barrio, como de la emblemática Biblioteca Constancio C. Vigil y el Bachillerato Popular Tablada, así como de otras zonas de la ciudad, de organizaciones reconocidas como Mumalá y trabajadoras de centros o programas de salud.
Muchas sostuvieron que con el Estado «el teléfono está cortado», por eso la ministra respondió que estas instancias sirven para ponerse en contacto directo con aquellas organizaciones que no lo hayan hecho hasta ahora y recordó que en 2021 se creó el Registro nacional de organizaciones sociales sobre género y diversidad para relevar y sistematizar información sobre las organizaciones sociales vinculadas a la promoción y protección de los derechos de las mujeres y personas LGBTI+ en Argentina.
Ubicó este registro como una estrategia más del trabajo que se propusieron como ministerio que involucra el fortalecimiento tanto de organizaciones sociales como de instituciones del Estado que trabajen cuestiones de género y diversidad. Estas estrategias se traducen, también, en programas como Articular y Generar, respectivamente. «Creamos programas que acercan derechos», consideró.
Además, existe Acompañar que es un programa destinado a víctimas de violencia pensado no solo para asesorar y, valga la redundancia, acompañar a estas personas desde el Estado sino también en dar una ayuda económica. En el país, son 160 mil las personas alcanzadas por esta política. «En este programa no se exige la denuncia judicial para poder acceder. Eso es una conquista para nosotras. Solo se requiere una entrevista», resaltó.
La ministra recordó que muchas veces es difícil salir de ambientes violentos cuando no hay autonomía económica, por eso el Ministerio intenta retomar esta consigna del feminismo que no siempre aparece como una demanda prioritaria desde que el movimiento en Argentina se volvió masivo.
«Buscamos todo el tiempo desburocratizar. Para nosotras es clave detectar cuando hay un problema», sostuvo la funcionaria al cierre del encuentro con organizaciones sociales.