El filósofo ruso Aleksandr Dugin sostuvo que su hija, Daria, fue el objetivo del ataque con coche bomba que le quitó la vida la semana pasada, dijo a la prensa. El asesinato generó mucha especulación sobre si los terroristas tenían la intención de asesinar a Dugin o a su hija. En tanto, un medio austríaco indicó que la mujer ucraniana señalada por los servicios de inteligencia rusos como la autora material del atentado fue hallada asesinada. En tanto, desde Rusia identificaron a un presunto nuevo cómplice.
“No fue un error”, dijo. “Se hizo todo lo posible para matarla… ella era el objetivo”, señaló en el documental ¿Por qué mataron a Daria Dugina? que será transmitido por el Canal Uno de Rusia.
Según Dugin, su hija fue atacada porque defendía la“idea rusa… la idea de un estado de gran potencia; seguridad para nuestro pueblo y nuestra nación”. Agitador conservador y figura bastante marginal en Rusia, el propio Dugin fue apodado el “cerebro de Putin” y el “Rasputin de Putin” por la prensa de occidente que afirma que supuestamente ejerció influencia en la visión del mundo del presidente Vladimir Putin.
En Rusia, Dugin es visto principalmente como una figura marginal sin influencia real.
Anteriormente, Dugin había calificado el asesinato de su hija como un “acto terrorista” y culpó al “régimen nazi ucraniano” por el asesinato. También dijo que quería la “victoria” de Rusia en el conflicto en curso en Ucrania en lugar de la venganza.
Kiev negó cualquier participación oficial en el ataque con coche bomba. El servicio de seguridad ruso, el FSB, identificó a la sospechosa detrás del atentado como la ciudadana ucraniana Natalya Vovk, de 43 años. Vovk, con el apellido Shaban, apareció en la lista del personal de la Guardia Nacional ucraniana que se publicó en abril en internet. El documento afirmó que estaba asociada con el regimiento neonazi Azov. Sin embargo, ni Rusia ni Ucrania confirmaron oficialmente esta información.
A principios de esta semana, la ONU pidió una investigación sobre el asesinato de Dugina. Se necesita una investigación para “establecer los hechos” detrás del incidente, dijo el lunes a los periodistas Stephane Dujarric, vocero del secretario general Antonio Guterres.
El Papa Francisco llamó a Dugina una “pobre chica” y, en comentarios públicos esta semana, lamentó que el conflicto ruso-ucraniano se esté cobrando vidas inocentes en ambos lados. Sus declaraciones enfurecieron a Kiev, que llegó incluso a convocar al enviado del Vaticano para presentar una queja formal por las palabras del Papa. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania afirmó una vez más que el asesinato “no tuvo nada que ver con Ucrania” y calificó sus palabras de “injustas”.
Según la investigación del FSB, la autora del atentado fue la ciudadana ucraniana Natalia Vovk, nacida en 1979.
La planificación del crimen
El FSB reveló que Vovk llegó a Rusia el 23 de julio con su hija de 12 años y alquiló un departamento en el mismo edificio donde vivía Duguina.
Desde entonces vigiló a su víctima y, tras el homicidio, se marchó a Estonia con su hija a través de la provincia rusa de Pskov.
El diario sensacionalista austríaco Exxpress informó que Vovk fue hallada muerta «con 17 puñaladas en el cuerpo y un papel en la mano», citando como fuente un mensaje que «se difunde como la pólvora en Telegram», según Sputnik.
«En la noche la encontraron muerta en un departamento alquilado, con 17 puñaladas en el cuerpo y un papel en la mano», dice el mensaje y agrega fotografías que supuestamente muestran a la mujer asesinada.
El periódico no especificó ni el país ni la ciudad donde fue hallada Vovk, y el Ministerio del Interior de Austria declaró a Sputnik que no podía confirmar la exactitud de la información.
«Después de consultar con nuestros colegas de la Dirección de Seguridad e Inteligencia del Estado (DSN), podemos comunicarle que tal caso no se conoce en Austria; por lo tanto, no podemos confirmar la exactitud de esta información», dijo el servicio de prensa del Ministerio a la agencia rusa.
En un comunicado, el FSB identificó este lunes a un cómplice: Bogdán Tsiganenko, un nacional de Ucrania nacido en 1978, quien habría colaborado con Vovk.
El sospechoso, al que la nota de prensa define como «otro miembro de un grupo de sabotaje ucraniano», habría entrado en Rusia el 30 de julio a través de Estonia y salido un día antes del asesinato.
Según la investigación -reseñada por la agencia de noticias rusa Sputnik-, Tsiganenko habría proporcionado a Vovk una matrícula falsa de Kazajistán y le habría ayudado a fabricar un artefacto explosivo en un garaje del suroeste de Moscú.