Un reciente informe del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (Icba) indicó que un 33 por ciento de las argentinas muere en el país como consecuencia de enfermedades cardiovasculares.
En tanto, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) agregaron que la mitad de los fallecimientos en mujeres de 50 años por males del corazón se produce en países en vías de desarrollo. En total, unas 17 millones de personas fallecen por año debido a esta causa.
Uno de los expertos de Icba confirmó las cifras nacionales al sitio web La Gaceta. “A pesar de toda la evidencia médica respecto de que la enfermedad cardiovascular no respeta géneros, las mujeres se encuentran mucho más preocupadas por los problemas relacionados con temas ginecológicos –en especial el cáncer de mama– que con las dolencias cardíacas“, sostuvo, al tiempo que un colega tucumano agregó que un gran porcentaje de ellas es fumadora, sedentaria y con un pobre control de la tensión arterial y de su nivel de colesterol.
La 2ª Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR), que data de 2009, indicó que el sedentarismo aumentó más de un 8 por ciento entre 2005 y 2009: pasó de un 46,2 por ciento al 54,9 por ciento. En ese período, el número de argentinos que realiza actividad física insuficiente o nula aumentó un 8,7 por ciento.
En enero pasado, el ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur, sostuvo que la falta de actividad física es responsable de enfermedades crónicas como hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, que a su vez inciden en el desarrollo de tumores como los de mama y colon y en enfermedades psíquicas como la depresión.
Etapa crítica: entre los 30 y los 40
Los expertos recomiendan dejar de fumar, debido a que el consumo de tabaco aumenta el riesgo cardiovascular; reducir el consumo de sal a un máximo de 5 gramos diarios; y realizar ejercicio físico: una caminata de al menos 30 minutos por día la mayor cantidad de veces por semana.
Para Natalia Londoño, presidenta electa de la Asociación Colombiana de Medicina Interna (Acmi), en la actualidad alguien de entre 30 y 40 años que no controla los factores de riesgo cardíaco (como el colesterol alto, el sedentarismo, el tabaquismo, el alcoholismo y la hipertensión arterial) tiene tres o cuatro veces más posibilidades de sufrir una enfermedad cardiocerebrovascular que quien sí mantiene un estilo de vida saludable.
Según informó el sitio web El Tiempo, la situación se ve empeorada si el afectado vive o trabaja en un ambiente estresante.
Por otra parte, Londoño explicó que todos estos factores de riesgo no sólo pueden provocar un infarto sino que también están asociados con enfermedades del sistema cardiovascular como el endurecimiento de las arterias (arterioesclerosis), los cambios en el ritmo del corazón (arritmias cardiacas), las alteraciones de la respiración durante el sueño y la ruptura de arterias, entre otros males.
No obstante, aclaró que hábitos de vida sanos pueden prevenir e incluso revertir la situación.
Los principales enemigos del corazón son la hipertensión, el colesterol alto (aumenta debido al consumo de grasa saturada contenida en productos como lácteos, carnes rojas y ciertos aceites), la obesidad y sobrepeso (elevan el nivel de colesterol, causan hipertensión y aumentan el riesgo de enfermedad coronaria), el cigarrillo y la herencia (en general, los problemas del corazón se heredan).
Por otra parte, el uso de anticonceptivos orales y el estrés son otros factores de riesgo.
Entre las recomendaciones que brinda el sitio web, también incluyen el pensamiento positivo y una dieta saludable. Según un estudio norteamericano, cultivar el buen humor y no sobredimensionar los problemas reduce en un 22 por ciento las chances de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Sobre la dieta, el consumo diario de frutas y verduras frescas, frutos secos, carnes blancas, huevos y lácteos, aceite de oliva (y otros mono y poliinsaturados) y cereales es fundamental para evitar este tipo de males.