El fútbol ya no es más “cosa de guapos”. Las mujeres, con el tiempo, han ganado su propio lugar en el deporte más pasional de todos. En Rosario, Social Lux es uno de los pocos equipos que participa en la Rosarina con un plantel femenino. Y que además se consagró campeón en dos ocasiones participando en la Liga Cañadense. En la actualidad compite en la Liga Santafesina y busca sumar una nueva estrella en su palmarés.
El Hincha dialogó con Rosana Gómez, actual entrenadora de Mercadito, sobre el presente y el futuro de un plantel que aspira a mucho más.
“Estoy contenta de estar en este lugar, para mí es una oportunidad increíble, no sólo por la experiencia que estoy sumando como entrenadora, sino también por ser un equipo multiganador que tiene muchas exigencias. Era un lindo desafío y lo estoy aprovechando mucho”, manifestó la técnica que se sumó al plantel a fines de 2015. Y agregó: “Vanina Correa fue compañera mía en Boca y en la selección argentina, me llamó y me encantó el desafío”.
Sobre las características del equipo Gómez rescató el sacrificio colectivo en cada práctica y la buena técnica individual de muchas de las chicas.
“Me sorprendió mucho la entrega y el sacrificio que le ponen en cada entrenamiento. Hay chicas con buena técnica y que hace mucho tiempo que juegan juntas y eso hace la diferencia con el resto de los equipos”, afirmó la técnica.
Tras haber salido campeonas dos veces al hilo en la Liga Cañadense, el equipo pedía un poco más de competencia y fue así que surgió la idea de participar en la Liga Santafesina.
“Es una liga que está muy bien armada. Lo único que tenemos que viajar todos los fines de semana, fue una de las condiciones que nos impusieron para participar. Por suerte tenemos ayuda de un espónsor y las chicas hacen de todo para generar el dinero para viajar. Igual el objetivo es participar en AFA”, explicó la Zurda, tal como la apodaban en su época de jugadora.
Y añadió: “Mi idea es llevar un equipo de Rosario a competir en AFA y lo charlé con la gente del club. El nivel acá es tremendo y tranquilamente podríamos pelear con los equipos de Buenos Aires. Es muy costoso y muy sacrificado. Además te da la posibilidad de jugar la Copa Libertadores. Y sería algo bastante especial que Social Lux juegue una Libertadores”.
Por último, Gómez pidió apoyo para crear una liga de once competitiva en Rosario.
“Estaría bueno que se den cuenta que ya pasó el tabú del fútbol femenino, la gente lo toma de otra forma. Faltaría que la Rosarina vuelva a creer en la actividad y nos dé el empuje necesario para armar una liga de once”, expresó la entrenadora.
“Jugar un Mundial es una experiencia única”
Si bien ahora Rosana Gómez es entrenadora, en un pasado no muy lejano supo jugar al fútbol. Y la Zurda, tal cual la apodaban, jugó siempre con la 10 en la espalda, siendo parte del seleccionado argentino durante casi una década.
“Pasé por la selección argentina desde 1999 hasta 2008 y tuvimos una generación dorada. Jugamos dos mundiales (2003 y 2007), un Panamericano, fuimos campeonas sudamericanas. Pero todo eso se perdió y ahora hay que volver todo a cero. De hecho Argentina no jugó más mundiales”, dijo Gómez.
A pesar de que todas las chicas preferían otra cosa ella siempre tuvo una pelota debajo de su pie izquierdo. “Arranqué jugando en equipos de varones a los 10 años, a los 12 me sumé a un equipo femenino. A los 15 jugué en Central, donde jugábamos en la Liga Rosarina. Dos años más tarde me fui a Boca y jugué ahí durante 14 años. Luego pasé a jugar futsal para River durante un año y medio. Soy hincha de River y quería cumplir un sueño personal”, expresó la Zurda.
Gómez tuvo el gran privilegio que no tienen muchos deportistas: jugar un Mundial con la selección de su país. Pero la Zurda participó en dos: Estados Unidos 2003 y China 2007.
“La experiencia fue única. Ahí te das cuenta de cómo está desarrollado el fútbol a nivel mundial. Tenés todo al alcance de tu mano. Jugar un Mundial es tocar el cielo con las manos”, aseguró la DT de Social Lux.
