“Allá por el 2017 empezaba mi pasión por la música, hoy gracias a dios puedo decir que estoy a punto de concretar mis metas, súper motivado y contento con @emgroup.company gracias por todo”. El posteo, en la red social Instagram, es del 1º de agosto y lo publicó Ema Pimpi Sandoval, quien murió en la madrugada de este viernes tras ser acribillado en la mansión de barrio La Florida donde cumplía prisión domiciliaria con una tobillera electrónica.
Ema repetía en sus perfiles de redes sociales que ahora se dedicaba a la producción musical en los géneros trap y reggaetón. Que esa actividad, y su pequeño hijo, eran sus pasiones desde hace un tiempo.
El emprendimiento, EMG Group, tenía metas ambiciosas. En septiembre pasado, tres de los artistas del sello, Owin, Maxi Tolosa y Deka, lanzaron un videoclip. “Chucky”, el título del audiovisual, está protagonizado nada menos que por la mediática Charlotte Caniggia. La llegada fue alta: tiene 900 mil reproducciones.
De campera de cuero, con trap de fondo, el último posteo de Ema (29 años) en su perfil es un video promocional publicado ocho horas antes de recibir los cuatro balazos que terminaron con su vida.
https://youtu.be/d-2kpD_9mdE
Fue grabado en la casona de Pago Largo 654, propiedad de un juez donde varias personas, este 25 de octubre, cortaron el suministro eléctrico de la vivienda, rompieron una de las entradas a mazazos y lo acribillaron. Su amigo Mirco Dylan Saldaño también murió, con el doble de disparos sobre su cuerpo. Otros dos amigos sufrieron heridas graves y se encuentran internados. Todo ocurrió bajo un cuadro de Tony Montana, el personaje de Al Pacino en Scarface, colgado en el living de la casa.
Los únicos ilesos en el ataque fueron los perros de Ema: Tony, un sharp pei que es la mascota oficial del sello discográfico. Y Simba, un cachorro blanco cruza de dogo, que por la mañana merodaba desconcertado.
Ema Pimpi era, desde 2010, apodo repetido en las crónicas policiales. En 2013 puso los ojos de los medios de prensa en el submundo hasta entonces poco relatado del hampa en la zona norte de Rosario. Fue por el atentado a la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti. Estuvo prófugo y fue capturado en 2018: lo buscaron por una doble tentativa de homicidio. Ahora, en la casa que alquilaba su amigo Matías L., buscaba reinventarse como promotor de artistas.