Estefanía Daiana Armanino tenía 23 años, estaba embarazada y era madre de tres pequeños cuando el 12 de septiembre de 2016 su pareja la mató de un disparo en su casa de Rouillón al 400 bis, en Empalme Graneros. El hombre de entonces 32 años dijo que Daiana se había suicidado y entregó un revólver calibre 38 envuelto en un trapo. Para la Fiscalía, su versión se contradijo con todos los indicios en la escena, que se sumaron a la declaración de la hija de Daiana de 6 años, quien buscó al fiscal Luis Schiappa Pietra para decirle: “Le hizo pum pum y mi mamá está en el cielo”. Desde ese día, Walter Santos Gómez quedó detenido y este jueves comenzó a ser juzgado por los magistrados Román Lanzón, Mónica Lamperti y Gustavo Pérez de Urrechu. La Fiscalía en su alegato de apertura pidió la prisión perpetua por el femicidio mientras que la defensa de Gómez, representada por el abogado Ángelo Rossini, solicitó la absolución y criticó la investigación.
“Si te llegás a ir, te mato. Te pego un tiro” y “le hizo pum pum y mi mamá está en el cielo”, fueron las dos frases que eligió el fiscal Schiappa Pietra para comenzar los alegatos de apertura del juicio oral contra Gómez, quien se sentó en el banquillo acusado por el delito de homicidio calificado por mediar relación de pareja, convivencia y violencia de género, en calidad de autor y en concurso real con el delito de portación ilegítima de arma de fuego de uso civil.
El fiscal Schiappa Pietra indicó que probará que Gómez mató a Daiana y contó que ese 12 de septiembre de 2016 pasadas las 20 llegó a la vivienda de Rouillón 407 bis. En uno de los dormitorios del primer piso estaba el cuerpo de Daiana con un disparo que ingresó por debajo de la axila izquierda.
La joven de 23 años vivía con sus tres hijos, dos varones y una nena. Y fue esta última quien describió lo que había pasado debido a que vio todo a través de la puerta: Gómez discutió con Daiana y le disparó. “Al llegar al lugar del hecho plantearon el hecho como un posible suicidio”, dijo el fiscal para aclarar que junto con los investigadores advirtió una escena diferente. El revólver calibre 38 no estaba en la habitación, se lo entregaron en un trapo.
En los alegatos de este jueves, la Fiscalía remarcó que probará la convivencia y la relación machista y violenta por parte de Gómez, para quien «la mujer es de él y, cuando ella intentó irse, la mató».
El fiscal solicitó la condena a prisión perpetua y destacó que el tribunal deberá tener en cuenta al evaluar la pena que Daiana estaba embarazada de tres meses y la situación en la que quedaron los tres chiquitos hijos de la víctima.
Entre los testigos que estuvieron en esta jornada declaró Edgardo I., personal de la Policía de Investigaciones de la sección Fotografía. El perito contó que en sus 13 años de antigüedad en investigaciones policiales nunca vio que un suicidio se cometa con un disparo en el lugar donde mostraba la foto que había sacado al cuerpo de Daiana. Y agregó que, desde su punto de vista, «no fue un suicidio porque no tenía quemada la piel, ni la ropa –lo que indica que el tiro se realizó con cierta distancia–”. Luego la Fiscalía solicitó que se incorporaran esas fotos como prueba.
Alegato de la defensa
A su turno, el defensor Ángelo Rossini sostuvo que Gómez es inocente y que no mató a Daiana, ni a nadie. El abogado indicó que a lo largo del debate brindará una mirada crítica del ejercicio del personal policial y que a través de testigos expertos evidenciará cómo se hicieron «mal las cosas». Además, el letrado refirió que la Cámara Gesell realizada a la pequeña hija de Daiana es ineficiente y no debe tener el valor probatorio. En ese marco, solicitó la absolución de Gómez, según describieron voceros judiciales.