La reunificación de la CGT se dará con o sin Antonio Caló y los gremialistas más cercanos al gobierno que lo respaldan. El mensaje, con más sutileza, fue transmitido este miércoles al metalúrgico por los “independientes” José Luis Lingeri y al estatal Andrés Rodríguez, durante una reunión en la que se acordó convocar para el martes próximo al Consejo Directivo de la central obrera. Hasta entonces, la “mesa chica” de la CGT oficialista intentará verse con Daniel Scioli para buscar convencerlo de darle un tenor más “peronista” a su campaña por la segunda vuelta.
El encuentro se concretó en la sede del gremio de estatales UPCN. El anfitrión, Andrés Rodríguez, recibió a Caló junto con el taxista Omar Viviani, su mano derecha, y el líder de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia. La idea de la reunión era poner en común las principales preocupaciones del sindicalismo peronista: el desempeño de Scioli en las tres semanas que restan hasta el balotaje, en el que el grueso de los dirigentes quedó involucrado, y las gestiones por la fusión con el sector opositor de Hugo Moyano, que el metalúrgico y sus aliados todavía resisten.
Sin embargo, el miércoles pareció flexibilizarse la negativa de Caló y los referentes que lo apoyan desde el Movimiento de Acción Sindical (Masa), con Viviani a la cabeza. En ese sector reconocieron que en el Consejo Directivo del martes, que se hará desde las 16 en el gremio de los taxistas, se hablará de la reunificación como un proceso alentado por la mayoría de los gremialistas.
Es que el margen de acción de Caló se redujo por la derrota de los intendentes Hugo Curto, de Tres de Febrero, y Francisco “Barba” Gutiérrez, de Quilmes, en sus intentos por ser reelectos en sus distritos.
La reunificación estará presente fuera de la agenda formal de la convocatoria del martes que viene y correrá por cuenta de sus impulsores incluirlo. Los temas anotados previamente serán, en cambio, la necesidad de reforzar la campaña de Scioli y el anuncio del candidato de modificar el mínimo no imponible de Ganancias en caso de triunfar en las elecciones.
Sobre el primer punto, los gremialistas tuvieron ayer la oportunidad de pedirle al postulante del Frente para la Victoria hacerle un lugar a la “mesa chica” de la CGT antes de la reunión del martes. Caló y Rodríguez viajaron con Scioli a Tucumán para participar del acto de asunción de Juan Manzur como gobernador.
El encuentro del candidato con la cúpula de la central obrera es una señal favorable para los implicados en la unidad. Es que, hasta ahora, Caló había concentrado el vínculo con Scioli casi en soledad, a pesar de los reclamos en sentido contrario de los “independientes” y de los “gordos” de los grandes gremios de servicios, que le endilgaban al metalúrgico una vocación personalista asimilable a la que siempre le habían criticado a Hugo Moyano.
En paralelo, la semana que viene habrá una reunión de la comisión que los negociadores de la unidad acordaron crear para sumar a más sindicatos al proceso. Allí, los sectores esperan contar, además de oficialistas, opositores y sindicalistas del transporte, con los que rechazan cualquier avance antes del balotaje del 22 de noviembre.