Un empleado de la EPE fue condenado a un año de prisión por pedir una coima a un comerciante.
El dueño de un comercio ubicado en Gaboto 3.649 había denunciado en noviembre del 2.008 que por irregularidades le retiraron el medidor de consumo eléctrico y que un empleado de la EPE le pidió una coima para que el servicio fuera restablecido con la misma potencia que tenía. Para ello debía pagar una coima de 3.000 pesos.
Tras presentar la denuncia penal, se acordó la entrega del dinero en las oficinas de la empresa en bulevar Oroño 1.260. Luego de recibir los 3.000 pesos el empleado fue detenido por efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales y se secuestró el dinero que estaba en un escritorio.
Italo Iselle tenía 28 años como empleado de la Empresa Provincial de la Energía y tras la condena dictada por el juez Carlos Carbone, ahora la Cámara de Apelaciones en lo Penal ratifica la sentencia, pero reduce la pena a un año de prisión de ejecución condicional.