Se abrió este miércoles otro conflicto en el cordón industrial de Rosario: trabajadores de la planta de ensamblaje de motos Guerrero, en San Lorenzo, iniciaron un paro por tiempo indeterminado decidido por el gremio de los mecánicos, Smata, por «manejos arbitrarios de la empresa hacia sus trabajadores», según explicó Román Moyano, secretario gremial del sindicato.
La fábrica, montada en un terreno de 350 mil metros cuadrados en 1993, ocupa a unos 100 trabajadores. Smata denuncia que hace unos días, la firma familiar «hizo firmar forzadamente a varios compañeros traslados de sector de trabajo dentro la misma planta incumpliendo con el Convenio Colectivo trabajo», denunció dirigente gremial.
Los trabajadores y el gremio resolvieron iniciar la medida de fuerza y concentrarse en la puerta de la empresa, ubicada en avenida San Martín 98 de San Lorenzo. Están a la espera de una reunión pedida con representes de la firma para zanjar el conflicto.
El 15 de octubre último hubo otro hecho de rispidez en la firma, cuando la Policía detuvo en su lugar de trabajo a un empleado que es, a su vez, uno de los delegados de los trabajadores. La firma lo había denunciado por un robo, lo que el acusado negó de forma tajante.
“Estaba en mi sector de trabajo cuando entraron policías que llegaron en tres patrulleros. «Te llevamos por las buenas o te esposamos»”, afirmó Javier Báez que le dijeron. Según su testimonio, al preguntar por el motivo del operativo, le respondieron que era por un robo denunciado por sus patrones.
“Cómo voy a robar algo de la empresa si yo estaba adentro, en mi turno de trabajo, no salí de la fábrica, es ilógico lo que me acusan”, expresó el trabajador, para quien se trató de una causa armada en represalia por su condición de delegado laboral.