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Emprendimiento, trabajo y feria para rejuvenecer

Nora es una de las feriantes de Economía Social. Confecciona tejidos con bolsas de nylon recicladas y participa de diferentes espacios municipales. Con Cosha Mosha, su emprendimiento, volvió a tener un ingreso y ser sostén de familia

 

“Con la Feria rejuvenecí, me sacaron años de encima” dijo Nora Colman, responsable del emprendimiento Cosha Mosha, en referencia a su trabajo en las ferias de la Economía Social.

La mujer es una de las emprendedoras que semana a semana participa de diferentes ferias municipales en toda la ciudad. En su historia se  reflejan miles de rosarinos que por algún motivo quedaron sin trabajo formal y que a través de la Economía Social encontraron la manera de recuperar ingresos y ser el sostén económico de su familia.

“Siempre fui administrativa. Trabajé durante 15 años hasta que el lugar dónde estaba cerró y me despidieron. Ahí me pregunté: ¿Qué hago ahora?  Empecé un curso de facturación sanatorial pero nunca pude conseguir trabajo. Pedían tres años de experiencia y un máximo de 35 años. No entraba en ningún requisito”, rememoró Nora.

A partir de la pérdida de su trabajo la mujer sacó a la calle sus habilidades como tejedora para poder vivir. Así comenzó a vender prendas a través de las redes sociales. Y asociada -en  un principio- con su nuera comenzaron el emprendimiento.

“Yo no hubiera tenido salida si no fuera por este emprendimiento, por las ferias y lo que aprendí con el acompañamiento de la Municipalidad. Fue lo único que llegó a mis manos como oferta laboral”, contó.

 

Medio ambiente

Si bien el emprendimiento Cosha Mosha comenzó con tejidos tradicionales, Nora dijo que al no poder comprar hilos para hacer sus prendas comenzó a tejer el hilado de bolsas de nylon.

“La economía apretaba. Una amiga me dio la idea de juntar todas las bolsas de nylon que encontrara. En principio lo pensé como una salida para conseguir dinero y poder seguir tejiendo en hilo. Pero después empecé a entender lo importante del cuidado del medio ambiente. Y también me entusiasmó la idea de transformar algo que sirve para el futuro”, sostuvo la mujer.

De esa manera, Nora probó diferentes formas para cortar las bolsas, hilarlas, y tejerlas. “El tejido queda firme y seguro y no se desarma. Además es lavable, se puede hacer con agua y detergente”, señaló.

Luego, la Secretaría de Economía Social le propuso a Colman  participar del BioMercado,

“Para mí es un honor que mi producto pueda estar en el BioMercado. Es tan importante que si no lo usa uno,  lo toma otro”, detalló. Y siguió: “En la medida que el producto  sea útil la gente lo va a comprar”.

En cada etiqueta de sus tejidos, la emprendedora cuenta la cantidad de bolsas que reutilizó en la confección de cada prenda.

“Estoy profundamente agradecida. A los 50 años, a pesar de la experiencia, no conseguía trabajo. Me sentía descartable y había perdido la esperanza. Con este emprendimiento volví a soñar”, afirmó la mujer.

 

Comercializar lo producido

El área de Comercialización de la Secretaría de Economía Social se ocupa de la organización de la feria y acompaña a cada emprendedor a desarrollar estrategias de venta de sus productos “con acciones responsables, sustentables y enmarcadas en el concepto del comercio justo”.

Además, promueve el asociativismo y el cooperativismo como “mecanismo de crecimiento en el ámbito comercial y se articula con el programa Rosario Emprende, para que cada feriante se capacite en el rubro que desea desarrollar: un paso fundamental y obligatorio  para que cada emprendimiento cuente con  los elementos necesarios para crecer y conformarse”.

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