Un empresario de Villa Gobernador Gálvez fue condenado a tres años de prisión condicional y deberá pagará 300 mil pesos por contaminar el medio ambiente. La Fiscalía lo acusó de arrojar residuos tóxicos al río Saladillo desde la firma que administra, dedicada a brindar servicios de saneamiento ambiental y extracción de residuos locales. La Justicia también lo condenó por portación de arma de fuego sin autorización en un hecho anterior.
El juez Facundo Becerra homologó un acuerdo entre las partes y resolvió condenar a Sergio Edgardo Pino por los delitos de contaminación del ambiente de un modo peligroso para la salud de las personas; y portación atenuada de arma de fuego de guerra sin la debida autorización legal.
Los fiscales Matías Ocariz y Pablo Lanza atribuyeron que la firma A Los Pinos SRL, de la cual el condenado es socio gerente y administrador, descargó en dos oportunidades efluentes cloacales e industriales con residuos peligrosos para la salud y el medio ambiente.
Según los fiscales, el 17 de julio de 2019 a las 18.45 y el 26 de septiembre de 2019 a las 13, la empresa dedicada a realizar servicios de saneamiento ambiental, extracción de residuos cloacales y transportes de cargas vertió efluentes, a través de un camión y una conexión clandestina desde un caño de PVC (de un inmueble de calle Caña de Ámbar al 1700) que se conectaba a una boca de tormenta (en calle España y Juan Pablo II) y al canal pluvial con residuos peligrosos.
Los fiscales evaluaron que podían causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente. Y podían contener sustancias infecciosas y tóxicos venenos agudos que pueden causar la muerte o lesiones a la salud humana.
Ocariz y Lanza lo acusaron por haber “adulterado y contaminado de un modo peligroso para la salud el curso de agua superficial y el suelo de canal abierto de desagüe pluvial que se ubica paralelo al talud norte de Avenida Circunvalación, que continúa por calle España hacia el cardinal sur, para dirigirse por debajo de Avenida Circunvalación y seguir hacia el cardinal este, paralelo al talud sur de esa avenida, continuado su recorrido a metros de barrio Las Flores y San Martín, hasta desembocar en el río Saladillo”.
De armas portar
Además, le atribuyeron otro hecho ocurrido de 1 de marzo de 2019, a las 11, en calle Pablo Sexto al 600 de Villa Gobernador Gálvez, cuando portaba un arma de fuego calibre 9mm que no contaba con la debida autorización.
Por la condena, Pino deberá pagar 300 mil pesos que serán destinados al centro de salud Julio Maiztegui. También deberá fijar residencia, someterse al control de la Dirección de Control y Asistencia Pos Penitenciaria de la Provincia de Santa Fe; abstenerse de usar estupefacientes y abusar de bebidas alcohólicas; no cometer nuevos delitos ni tener o portar cualquier tipo de armas, incluidas las armas blancas o de utilería.
Inédito
La resolución judicial es inédita. Es que la causa judicial que tramitó la unidad de Delitos Ambientales del MPA no registra antecedentes hasta el momento en relación al resultado y la penalización de conductas que atentan contra el medio ambiente.
La investigación, que demandó varios meses, comenzó además luego de una denuncia de vecinos de Las Flores cansados de aspirar olores nauseabundos. Incluso, algunos estuvieron planteando la situación en el Consejo Municipal rosarino.
“Corre un vertido que vemos hace años, pero de forma esporádica con color blanco, con mucho olor, espuma muy densa. El tema es que desde la cuarentena notamos que se hizo continuo”, describió semanas atrás sobre la situación Damián Lezcano, biotecnólogo e integrante del Grupo Amigos de la Reserva Regional y el Parque Regional Sur.
Desde el inicio de la cuarentena los ambientalistas no pudieron monitorear la zona y al regresar a principios de julio encontraron un líquido blanco que fluía por el canal todo el tiempo. «El canal desemboca en el Arroyo Saladillo a la altura del Velódromo de Rosario. Es impresionante la verdad, por ahí por la descripción no llegan a darse cuenta, pero hay un olor horrible a 20 metros. Creemos que es de origen industrial pero no tenemos certeza de dónde viene», señaló Lezcano.
El canal atraviesa en paralelo al Saladillo frente a Molino Blanco en Rosario es una zona donde hay varias industrias. Algunas habían tenido sanciones por parte del municipio de Villa Gobernador Gálvez (VGG). Aclaran que la contaminación «estuvo siempre».
«Pero fue peor en la cuarentena, descubrimos que aprovecharon a incrementar el volumen de lo arrojado al zanjón. El Saldillo, de por sí, trae contaminantes de todo el Gran Rosario, y se suma el Arroyo La Candelaria que trae todo lo de Casilda. Pero es un tema aparte al reclamo de hoy», sostuvo Lezcano.