El empresario Martín Cabrales, vicepresidente de la firma de infusiones homónima y promotor de la reelección del presidente Mauricio Macri, insistió este jueves con la exigencia de privilegios corporativos: «Conjuntamente con una reforma laboral, también hay que presentar una reforma fiscal«, dijo bajo la excusa de que «el costo argentino sigue siendo muy alto».
Las declaraciones del abogado de la Universidad Católica y hombre fuerte de la compañía que fundó su padre en 1942 renovaron la polémica que levantaron exigencias previas vertidas en un chat que comparte junto a otros empresarios respecto a la «necesidad» patronal de poder contratar y despedir personal sin trabas legales. Fue un sinceramiento, a cargo del titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Julio Crivelli, y el propio Cabrales respecto de la mentada reforma laboral que Macri promete en caso de acceder a un segundo mandato. Y un blanco sobre negro respecto del fallido intento del candidato a vicepresidente por Juntos para el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, de alejar resquemores de electores sobre el particular.
El chat corporativo de su voz
“Necesitamos poder despedir sin causa a empleados en las industrias y comercios»
Cabrales es uno de los alrededor de 260 empresarios de firmas líderes que intercambian pareceres en el grupo –y chat de whatsapp– bautizado «Nuestra voz». Juntos, dicen, representan el 80 por ciento del PBI nacional.
El espacio cibernético corporativo es creación de Martín Migoya, fundador de Globant, la desarrolladora de software que es uno de los cinco unicornios argentinos: corporaciones que valen más de mil millones de dólares. Las otras son MercadoLibre –del también híper oficialista Marcos Galperín–, Despegar, OLX y Auth0.
Cabrales sostuvo que se trata de «un chat heterogéneo con distintos sectores y problemáticas». Agregó: «Es político, porque opinamos».
El cafetero remarcó que tras la polémica vinculada con esa conversación, recibió «un montón de llamados y mensajes» en redes sociales que, por lo que dijo, no fueron amistosos: «Me parece muy mal la gente que insulta».
Reforma laboral para sepultar indemnizaciones
Cabrales, como Galperín, fogonean cada cual con sus matices y argumentos propios de las actividades que desarrollan, la reforma laboral que también reclama el Fondo Monetario Internacional. El núcleo de esas iniciativas es conseguir un aumento de competitividad a costa de la retracción de derechos laborales. Con eufemismo, lo designan como costo laboral y se quejan de que en la Argentina es demasiado alto. El cafetero lo blanqueó en el chat: quiere despedir trabajadores sin causa ni indemnización cuando considera que no alcanzan los niveles de «productividad» deseados.
Crecimiento con efectos colaterales
Cabrales le echó nafta al fuego de su chat en diálogo con FM Milenium este sábado. En la entrevista también se refirió al acuerdo alcanzado recientemente por la Unión Europea y los países del Mercosur, que aún debe ser ratificado por los parlamentos y cuya redacción final está por verse.
«Si bien el tratado no es de inmediata aplicación, tenemos muy poco tiempo para hablar de este tipo de reformas», reiteró sobre la laboral.
Argumentó que, con el entendimiento, el país tiene la «posibilidad de pasar de un mercado de 40 a 400 millones de consumidores».
«Uno lo que quiere realmente es que en la Argentina haya trabajo. Los empresarios queremos crear riquezas y fuentes laborales. Tenemos el compromiso y deber social de aportar ideas en este momento», indicó el vicepresidente de Cabrales, quien pidió proyectar un país con «crecimiento y productividad».
Insistió en la necesidad de contar con una «modernización laboral» que «proteja también al trabajador» e incorpore al sistema formal a quienes están por fuera de él. «Tenemos que plantearnos todo a futuro. Pienso que la Argentina tiene soluciones», evaluó.