Luego de que el gobierno nacional oficializara un monto no remunerativo de 5.000 pesos que tendrá que pagar el sector privado a sus trabajadores, entidades del universo Pyme ya anticiparon que no podrán hacer frente a esa suma. Más de veinte cámaras representantes de pequeñas y medianas empresas firmaron un comunicado que se titula «Queremos, pero no podemos». En cambio, proponen como alternativa tomarlo como pago a cuenta de cargas impositivas.
El listado de entidades firmantes representa a un amplio universo que va del sector metalúrgico hasta el frigorífico, pasando por el textil y el panadero. No sólo manifestaron dificultades para cumplir con el pago del monto no remunerativo en medio del contexto económico adverso, también expresaron su malestar por la poca representación que sienten por parte de quienes negociaron en su nombre.
El sector industrial aprovecha cada discusión sobre recomposición salarial para exponer la situación financiera que atraviesa. Esta no es la excepción. Luego de ratificarse la obligatoriedad del pago de 5 mil pesos en el Boletín Oficial de este jueves, referentes de diversos sectores pusieron números al cierre de pequeñas empresas y a la pérdida de rentabilidad.
El comunicado
En primer lugar, el escrito titulado «Queremos, pero no podemos» manifiesta el desamparo de industriales que no se sienten representados por quienes formaron parte de la negociación y terminaron acordando en su nombre. «Expresamos nuestro rechazo a las negociaciones llevadas a cabo por el ministro Dante Sica por no haber sido convocadas entidades que representamos el universo de las empresas pyme de servicios, comercio, industria y sector agropecuario, motores fundamentales de la generación de empleo, por todos reconocido, en nuestro país», detalla el escrito.
Más allá de dejar en claro que entienden el panorama complejo que atraviesan los asalariados, piden que se tenga en cuenta el «estado terminal» y «de emergencia» en que se encuentran las pymes. Por eso que proponen una alternativa que sea superadora al simple reclamo que elevan al gobierno nacional.
Ante esta situación ofrecieron «tomarlo (el pago de 5 mil pesos) como pago a cuenta de IVA y/o cargas patronales y/o planes de pago y/o cualquier otro impuesto provincial o nacional cuyos vencimientos operen en el mes en que el mismo sea abonado». Anticipándose a una posible respuesta, descartaron aceptar el argumento del costo fiscal para no ejecutar esa opción, «teniendo en cuenta los privilegios inconcebibles que han gozado los sectores especulativos y/o monopólicos».
Entre las más de veinte entidades que firmaron al pie del comunicado, se encuentran: Asociacion de Empresarios para el Desarrollo Argentino (ENAC), Union de kiosqueros de la República Argentina (UKRA), Industriales Pymes Argentinas (IPA), Fundación Protejer, Cámara de la Pequeña y Micro Empresa (CAPYME), Cámara Frigorífica Centro Norte de Santa Fe, Asamblea de Pequeñas y Medianas Empresas (APYME), Federación Argentina de Industriales Panaderos y Afines (FAIPA) ,entre otras.
Sin representación
Leo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios Nacionales Para el Desarrollo Argentino (Enac), se refirió a lo que consideraron una falta de representación en la negociación entre el gobierno y los gremios. Consideró que las cámaras que se reunieron con el ministro de Producción Dante Sica, en referencia a UIA, Came y la Copal , «hacen oficialismo explícito y no representan los intereses de las pequeñas y medianas empresas».
Por otra parte, insistió con que «el principal reclamo del sector es que el gobierno cambie el rumbo de la política económica». Según explicó, esta situación ya la advirtieron con anterioridad y no fueron escuchados. «Esto mismo les dijimos en mayo cuando comenzó la recesión y cuando dieron el primer bono de 5 mil pesos», manifestó Bilanski.
De hecho, consideró que la situación es aún peor, ya que en la primera oportunidad relevaron a través de una encuesta que solo seis de cada diez pagaron aquel bono parcial o totalmente. «Ahora va a pasar lo mismo o va a ser peor, yo creo que no lo va a pagar ni el 20% de las empresas», finalizó el titular del Enac.
Asfixiadas
Desde el Conejo Productivo Nacional (CPN), una de las entidades que suscribió al pedido, actualizaron alguno de los números sobre la situación «de emergencia» que atraviesa el sector. En principio alertaron sobre el deterioro de los márgenes de rentabilidad en virtud de la «brutal inflación de costos». De acuerdo a los datos, la rentabilidad pasó de un 15% en el año 2015 a un 2% durante este año.
A su vez, el informe refleja el notable aumento de la incidencia de tarifas e insumos en los costos finales. En cuatro años, el primer indicador pasó de representar el 4% al 15% de los costos, mientras que en el segundo caso, el porcentaje pasó del 30% al 35%.
Desde la entidad recordaron que entre enero y abril de 2019, de acuerdo con las estadísticas oficiales, cerraron 5.170 empresas en Argentina. Al relevar el mismo registro entre fines de 2015 y abril de 2019, la cantidad de cierres llegó a 18.748.