En un primer plano se ve a la capitana del equipo, quien ingresa a la cancha con un atuendo particular y una pelota en la mano. Detrás están el resto de las jugadoras, rodeadas de hombres de traje y bastones. Y de fondo, las tribunas del predio de la Sociedad Rural están colmadas de gente. La historia del fútbol practicado por mujeres en Rosario encontró su fecha de inicio a principios del siglo XX.
Un domingo 5 de octubre de 1913 y en el predio de la Sociedad Rural en Boulevard Oroño y 27 de Febrero, el club Fémina presentaba dos equipos de mujeres que se iban a enfrentar entre sí. Por un lado las Rosas y por el otro las Celestes. Fue, sin ningún lugar a dudas, el primer partido de fútbol protagonizado por mujeres que se jugó en Argentina, al menos del que se tiene registro.
En el césped y con el arco de fondo se puede ver a nueve mujeres, cinco de pie y cuatro en sentadas, posando para la foto, la típica antes de los partidos. Todas llevaban cofias y vestidos hasta los tobillos, los cuales se parecían más a los guardapolvos blancos de las escuelas que a un atuendo deportivo. No hay muchos datos de quienes son, apenas algunos nombres y apodos. La información se encuentra en los recortes de dos diarios y una revista. Y dos de esos medios ya no existen.
La Reacción fue el que más difusión le dio. Al anuncio de partido le dedicó unas líneas y al comentario, bastante extenso, lo acompañó con varias fotografías. Contaba que ese domingo por la tarde se “asoció a la gran fiesta deportiva”. En el amplio local de la Exposición Rural, narraban, se jugó un partido cuyos productos fueron destinados a beneficio del Asilo de Canillitas.
“El público, desde las primeras horas de la tarde, comenzó a llegar a las instalaciones de dicho local, ocupando las tribunas de tal modo que al iniciar el partido aparecían aquellas con su nota uniforme, casi sin claros, caldeado el ambiente por las incidencias de un partido jugado por señoritas y cuya variedad de situaciones predisponía a mover el entusiasmo general”, continúa el texto.
A las 15.15 estaba “un poco fresca” y las tribunas saludaron con aplausos la entrada de los “cuadros”. El partido lo dirigió “el señor Abraham Diez”. Es el único apellido que aparece en las crónicas del encuentro: el del referí. De ellas, las protagonistas, nada de nada. El público, según La Reacción, “esperaba ansioso la hora de presenciar el primer match jugado por mujeres, que se han dedicado a la práctica del más viril de los deportes”.
Cada equipo, ambos del club Fémina y compuesto por 8 jugadoras, disputaron dos tiempos de 30 minutos. Ganaron las Celestes 3-0. Se desconoce, al menos en el texto, quienes fueron las autoras de los goles. Tampoco está la formación completa.
El diario, que según los registros se fundó en 1908, usa palabras como “match” para referirse al juego y nombra la palabra feminismo. En medio de lo que se considera como la segunda ola, cuando las mujeres en argentina luchaban por tener derecho al voto, un grupo desafiaba a eso que habían encasillado como “el más viril de los deportes” y jugaban a la pelota.
La Reacción dice que con el partido en la Sociedad Rural se mostró que “los profesos del feminismo han sido rápidos y brillantes y el éxito alcanzado ayer comprueba y afianza el prestigio creado en torno a cada club”. Y que el partido entre mujeres demostró “los muchos adelantos que en nuestro país va adquiriendo este deporte”.
Casi un mes después, el 9 de noviembre, el diario anuncia un nuevo partido a jugarse en el mismo escenario: “Los cuadros estarán formados por mujeres que se han dedicado a la práctica de este viril deporte”. La referencia al fútbol como algo característico y reservado a los hombres es algo que se repite en las publicaciones de la época. El resultado de ese segundo partido no se conoce y tampoco hay más datos del club Fémina, ni de las mujeres que jugaron a la pelota en el predio de la Rural.
Durante muchos años, la historia del vínculo entre las mujeres y el fútbol fue tapada. Encontrar en los registros información sobre esa relación no es fácil. ¿Quiénes fueron esas mujeres que en lo que ahora conocemos como la ex Rural, que está apenas a unos pasos del estadio de Newell’s, escribieron la historia del fútbol rosarino? Los apellidos no figuran, pero sí algunos nombres de pila y apodos: Estelita, Aurelia, Martita, las tres Marías, Dora, Rosita, Florencia, Juana, Margarita, Brígida, Emmita, Marciana y otras.
Después de 1913 hay un bache, años de invisibilización, historias sin contar a la espera de sacarle el polvo y empezar a revisar los inicios de fútbol en la ciudad que se dice “Cuna del Deporte”.
¿Un partido contra Newell’s?
En las páginas de la revista “Gestos y Muecas. Revista ilustrada y de actualidades”, que salió entre 1913 y 1914, también hubo espacio para el partido del 5 de octubre. Lo mismo sucedió en el diario La Capital, que publicó una foto de la formación y un párrafo sobre el duelo.
La revista, que editó su primer número el 31 de agosto de 1913 y salió a la venta con regularidad durante los siguientes diez meses, estaba inspirada en el reconocido semanario porteño “Caras y Caretas”. En sus páginas, en las cuales prevalecían las ilustraciones y las fotografías, se proponía registrar de un modo crítico la actualidad política de la ciudad y la provincia. Y también la información sobre los eventos deportivos más convocantes, entre los se destacó el partido del 5 de octubre. Y una sorpresa: la planificación de un partido del equipo ganador, las Celestes, contra Newell’s.
Cuentan que después del partido del 5 de octubre, las jugadoras tuvieron un “animado y acalorado debate” sobre el futuro. Si debían o no afiliarse a alguna Liga. Justamente, en ese mismo año se conformó la Federación Rosarina de Fútbol. Pero que después de pensarlo mucho, decidieron que no era conveniente ni estaban “preparadas para llevar a cabo una calaverada de tal trascendencia” y que por el momento lo mejor era desafiar a un equipo masculino en un partido amistoso. El elegido, por unanimidad de votos, fue Newell’s.
Según la revista, que usa términos sarcásticos como “juego pollerudo” o “mujeril”, las jugadoras resolvieron que no se conozca la fecha ni el lugar donde se iba a disputar. Queda la incógnita de saber, al menos hasta que las hemerotecas vuelvan a abrir, qué sucedió con ese partido.
Fémina, historia desconocida
Leonardo Volpe es historiador y periodista deportivo, y en una búsqueda de datos que necesitaba para una investigación, se encontró con el club Fémina. “Apareció, y después fui buscando un poco más”, le dijo a El Hincha.
“Primero vi en la revista Gestos y Muecas una nota sobre este partido de 1913 y después lo busqué en la hemeroteca. Cuando vi el año y rastreo esos meses, descubrí que había más información del club Fémina. Por ahí en su momento no le había prestado mucha atención, después lo vi bien y saqué conclusiones y ahí le di la importancia. Es histórico y que haya sido en Rosario me pareció muy relevante”, finalizó.