La Justicia Federal de Santa Fe inició el año pasado un promedio de cinco causas diarias relacionadas con el comercio de estupefacientes en Rosario, una ciudad atravesada por el fenómeno criminal de la violencia asociado a la disputa narco y que en 2020 tuvo el récord de asesinatos desde 2015 con 212 víctimas.
A pesar de la pandemia de coronavirus, el año pasado se iniciaron en Rosario 1.833 expedientes federales por tráfico de drogas —un promedio de cinco diarios— contra los 1.769 de 2019, según el informe anual publicado esta semana por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) del Ministerio Público Fiscal (MPF).
En 2018 el número de causas por los delitos comúnmente agrupados como narcotráfico había ascendido a 1.250 —600 menos que el año pasado—, de acuerdo a dicho trabajo estadístico.
Droga y muerte
El incremento de causas por comercio de estupefacientes fue de la mano en 2020 del crecimiento de los homicidios en la ciudad más poblada de la provincia de Santa Fe.
El año pasado se registraron 212 asesinatos en el departamento Rosario —que incluye a sus ciudades satélites—, el número más alto del último lustro.
Un trabajo del Observatorio de Seguridad Pública (OSP) de Santa Fe precisó que del total del asesinatos ocurridos en Rosario, el 47,2 por ciento estuvo motivado en conflictos de la “economía ilegal y organizaciones criminales” relacionadas a disputas por el narcomenudeo.
Mientras que el 29,2 por ciento encuentra explicación en “conflictos interpersonales” entre las víctimas y los ejecutores de los homicidios, de acuerdo al informe del OSP.
Sin bandas, más violencia
Voceros de la Procunar dijeron a Télam que el fenómeno de la violencia altamente lesiva que sufre la ciudad de Rosario desde hace al menos siete años se profundizó con el descabezamiento de las grandes bandas como la de Los Monos o la liderada por Esteban Alvarado, que aguarda fecha para ir a juicio oral.
En los últimos años también fue asesinado el empresario Luis “Gringo” Medina, sindicado como jefe de una organización narcorciminal importante de Rosario, a la vez que fue apresado y condenado Delfín Zacaría, otro “peso pesado” del mundo de los estupefacientes.
“En Rosario no tenés grandes bandas criminales, la gran mayoría están desarticuladas en sus cabezas, como Alvarado, Los Monos y las familias Funes-Ungaro, así como las segundas líneas”, indicó la fuente consultada.
De ese modo, el negocio ilícito quedó en manos de “terceras líneas sin un clara conducción, que se hace desde la cárcel, donde están los antiguos jefes”.
Según esa interpretación, “antes existía un dominio geográfico que ahora no lo tenés, se ve todo muy mezclado. Antes eran organizaciones compactas y ahora se produjo una atomización en el territorio y eso complejiza la investigación”.
De acuerdo a los expertos, esa ausencia de organizaciones criminales con “verticalidad” produce como “efecto no deseado” un incremento de “homicidios por la venta de drogas y por rencillas personales”.
Según el informe de la Procunar, de las 1.833 causas por drogas iniciadas el año pasado en la zona de Rosario, el 59 por ciento fue por comercio y transporte de estupefacientes; el 21 por ciento por tenencia simple y el 15 por consumo personal, que no está penado desde el fallo “Arriola” de la Corte Suprema de Justicia en 2009.
El origen de las pesquisas
Del total de investigaciones el 66 por ciento se inició por tareas preventivas de las fuerzas de seguridad; el 15 por ciento por denuncias ante el Poder Judicial y el 11 por denuncias ante el MPF, entre los principales.
El 15 por ciento de las causas fueron originadas por investigaciones de las fuerzas federales, mientras que el 27 corresponde a pesquisas de la Policía santafesina, precisa el informe anual de la Procunar.
La mayor porción de las causas iniciadas en 2020 no apuntó a organizaciones, puesto que el 58 por ciento de ellas solo tiene un imputado, siendo el 12 por ciento las que investigan a dos personas y el 5 por ciento a tres o más acusados.