Cuatro de cada 10 escuelas secundarias de Santa Fe tienen centros de estudiantes. Así lo informó este martes el Ministerio de Educación. Existen 361 espacios de debate y acción estudiantil en las 868 escuelas de educación secundaria orientadas y técnicas, de gestión oficial y privada, de zonas urbanas y rurales. No siempre fue así. Muchos centros se crearon por el impulso que les dio la ley Nº 13392 y su reglamentario en 2014. En cinco años el crecimiento fue de 310% ya que ese año había solo 88 centros de estudiantes en Santa Fe. La mitad son dirigidos por mujeres. En la actualidad, siempre según explicaron desde la provincia, hay constituidos 27 centros de estudiantes en institutos terciarios y de profesorados.
“Los centros de Estudiantes son organizaciones formadas por alumnos de establecimientos educativos secundarios y terciarios destinadas a defender los derechos de los alumnos y fomentar la participación de los jóvenes dentro y fuera de la escuela”, explicaron desde el Ministerio de Educación y completaron: “Una vez constituidos, se promueve su intervención en diversas actividades, concursos, jornadas de intercambio y debate, reconociéndolos como actores fundamentales del sistema educativo”.
“Venimos alentando la participación estudiantil en las escuelas para que sean protagonistas de las decisiones dentro del ámbito escolar. También para que tengan voz y puedan hacer propuestas para el bienestar común de sus pares y para mejorar sus instituciones”, explicó la ministra de Educación de la provincia, Claudia Balagué.
“Los jóvenes son el futuro, así que escuchar sus opiniones y lo que tienen para decir y proponer es una forma de ser partícipes de su propia educación. Son espacios y herramientas para ejercer la ciudadanía no solo en el presente sino para sentar las bases de su futuro”, insistió.
Arriba
En 2018 el 47,8% de los centros de estudiantes estaban liderados por presidentes mujeres. En 2019 creció un 6,1% las presidencias femeninas.
El director provincial de Bienestar Estudiantil, Mario Ramos, explicó sobre el crecimiento desde 2014: “Había una necesidad de instrumentar la participación estudiantil, de generar espacios y que estén normados, pero también se ve que muchos de esos estudiantes necesitaban el impulso para hacerlo”. Destacó también el trabajo de la dirección de Bienestar Estudiantil, creada en 2018, para, entre otras tareas, contribuir a que los centros tomen grado institucional. “El objetivo fue guiarlos en función de sus propias agendas en las escuelas y barrios. La dirección vino a darle a contenido la estructura y a transmitir valores como la participación”, sostuvo Ramos.