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“En Brasil los pilotos civiles reportan avistajes de ovnis una vez a la semana“

“La desclasificación de archivos secretos” por parte de los gobiernos es un pedido que suele repetirse entre quienes investigan los fenómenos Ovni en distintos países. El ufòlogo brasileño Ademar Gevaerd hablò con El Ciudadano sobre la importancia de liberar la informaciòn

“La desclasificación de archivos secretos” por parte de los gobiernos es un pedido que suele repetirse entre quienes investigan los fenómenos Ovni en distintos países. En la Argentina aùn no ocurriò. Segùn los expertos consultados por El Ciudadano durante el IV Congreso del Ovni en Victoria, «no significa que no se hayan hecho investigaciones sino que no se divulgan».

De hecho, en 2013 desde la Comisión de Estudios Fenómenos Ovni República Argentina (Cefora), quien por entonces presidìa el fallecido abogado e investigador Luis Reinoso, impulsaron proyectos junto a otras organizaciones para la liberación de la información y, de ese modo, Argentina se sumaría a los màs de veinte paìses que ya lograron la apertura de los archivos secretos entre los que están Ecuador, Chile, Brasil, Perú, Alemania, España y Canadá, sòlo por nombrar algunos.

El brasileño Ademar Gevaerd es uno de los panelistas internacionales invitados este año. Fue fundador y presidente del Centro Brasileiro de Pesquisas de Discos Voadores. Viajò a la ciudad entrerriana para hablar sobre los dos casos màs resonantes ocurridos en su país en los que intervinieron militares: el de la Isla Colares, también conocido como Operación Prato y La Noche Oficial de los Ovnis. Gevaerd mostrò documentación desclasificada por el gobierno brasileño  por primera vez en la Argentina y contò a este medio la importancia de la divulgación de este tipo de investigaciones oficiales.

En 1977, durante la llamada Operación Prato, supuestamente sobrevolaron numerosos Ovnis en la ciudad de Colares, ubicada en el estado de Parà en el norte de Brasil y dispararon estelas de luces dejando a cerca de 400 personas heridas. El alcalde de la ciudad –segùn cuenta la historia-  pidiò ayuda a los militares que utilizaron fuegos artificiales para mantener alejadas a las luces. La operación estuvo a cargo del capitàn Uyrangê Bolivar Soares Nogueira de Hollanda Lima.

Veinte años después, en 1997, Gevaerd era editor de la revista UFO y entrevisò al militar que estuvo a cargo y asì se supo lo que supuestamente ocurriò en Colares. A poco menos de tres meses de haber hablado sobre el tema con los medios de comunicación, Uyrangê apareciò ahorcado con su propio cinturón.

—¿En Brasil este tema està màs avanzado que en Argentina?

—Creo que tanto Brasil, como Chile, Perù y Argentina tienen una Ufologìa fuerte porque hay mucha gente dedicada a investigar este fenómeno. De hecho, se han producido casos de abducciones muy resonantes desde los años 50 hasta hoy, en todas partes de la Argentina. Los dos paìses estàn iguales en calidad de Ufologìa producida.

—¿Y en cuanto a la desclasificación de archivos?

—Ahì sì, Brasil està ubicado como primer lugar en el mundo porque hizo una desclasificación de màs de 20 mil pàginas de documentación oficial. Y no fue por una decisión administrativa sino por un pedido de la sociedad.

—¿Hubo resistencia por parte del gobierno?

—Los militares brasileños se dieron cuenta de que es un derecho de la gente saber lo que pasa en nuestros cielos. Los militares investigan los platillos voladores en Brasil, precisamente desde 1954 y fue el primer paìs del mundo en admitir su existencia y su naturaleza extraterrestre. Si se busca en la literatura, se dice que primer paìs en hacerlo fue Francia en 1976 pero no fue asì. Fue Brasil en 1954. Desde entonces hubo cuatro investigaciones oficiales en Brasil, en 1954, 1969, 1977 y 1986.

—¿Esas investigaciones fueron confirmadas oficialmente?

—Casi a mediados de la dècada del 60 hubo una comisiòn de investigaciones oficiales de la fuerza Aerobrasileña muy fuerte, con decenas de militares, incluso civiles investigando el fenómeno.  Lo mismo ocurriò en los años 60 en la Argentina porque estaban sucediendo muchos avistamientos en las bases argentinas de la Antàrtida y la Armada decidiò abrir una comisiòn de investigación que fue activa durante mucho tiempo.

—¿En què les cambiò a los investigadores brasileños la desclasificación de archivos?

—Ahora no son sòlo los ufòlogos que dicen que hay platillos voladores que vienen de otros planetas. Ahora es el gobierno y los militares que lo estàn diciendo y nuestra comunidad es mirada con màs respeto por la población porque ahora sì hay un soporte muy claro para lo que hacemos. Casi 20 mil pàginas de documentos que estàn en el archivo nacional y que muestran persecuciones de aviones por ufos. Casos muy fuertes, con detecciòn de radar y testigos de alta credibilidad.

—¿A què cree que se debe el interès de personal de seguridad aeroportuaria, por ejemplo, en venir a estos congresos?

—Es un asunto que afecta directamente a la seguridad aèrea. Con esta visiòn se trata en tema en Chile, Perù, Argentina y Brasil. En Chile hay una comisiòn de la Fuerza Aèrea que està ligada directamente al personal de aviación civil y que tiene treinta años de trabajo. En Uruguay, este año la comisiòn de trabajo cumple 40 años. Eso es porque las fuerzas y las autoridades que se encargan de tratar la seguridad de vuelos estàn bastante atentos a la cuestión.

—¿Esa atención es por la posibilidad de que un piloto de aviòn se encuentre con algún objeto o fenómeno en pleno vuelo?

—En Brasil no pasa una semana sin que yo reciba un reporte de un piloto civil de que su aeronave fue seguida. Es un tema de seguridad de vuelo, aunque en ningùn caso el ovni ha colocado en riesgo a la aeronave

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