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En busca de desentrañar las causas de un crimen

“¿Quién mató a Mariano Ferreyra?” apunta a poner en evidencia los culpables del asesinato del militante.

¿Quién mató a Mariano Ferreyra? es un documental que Alejandro Rath y Julián Morcillo están filmando en base al libro homónimo de Diego Rojas con el objetivo de desentrañar las causas del asesinato de ese militante del Partido Obrero.

“La película intenta desentrañar cuáles son las causas del asesinato de Mariano. Pero también apuntamos a la implicación de la burocracia sindical y sus patotas, y a sus intentos de frenar la lucha de los trabajadores tercerizados de los ferrocarriles por mejorar sus condiciones de trabajo”, afirmó Rath.

En una entrevista el director agregó que “la idea es que la película ayude a plantear la necesidad de un cambio profundo en relación a cómo ha venido funcionando el ferrocarril en las últimas décadas en la Argentina y plantear la necesidad de la vuelta a manos del Estado y la nacionalización de los trenes”.

Tanto el libro como la película que están filmando llevan el título ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? y reconstruyen los hechos ocurridos el 20 de octubre de 2010 en el barrio porteño de Barracas, cuando trabajadores ferroviarios tercerizados del Ferrocarril Roca cortaron las vías de ese ramal para reclamar que se los efectivice y reincorpore a la empresa.

Como respuesta a esa medida de fuerza, un grupo de militantes de la Unión Ferroviaria, sindicato conducido por José Pedraza, salió a despejar las vías y a agredir a los manifestantes, en una violenta persecución que culminó con el asesinato de Ferreyra, de 23 años, que recibió un balazo en el pecho.

Con entrevistas a amigos, compañeros y familiares de Ferreyra, además de periodistas, abogados y personas vinculadas a la causa, ¿Quién mató a Mariano Ferreyra? se propone “cumplir una función de difusión del caso para que se haga justicia y se castigue a los culpables”, aseguró el realizador del film. “Queremos –agregó– que la película sea lo más masiva posible para lograr esta función movilizadora y esclarecedora”.

“El asesinato de Mariano tiene que ver con la defensa de los intereses de la burocracia sindical ligada a las empresas privadas”, explicó Rath.

Integrante del grupo Ojo Obrero, que viene haciendo películas ligadas a las luchas sociales desde 2001, Rath explicó que el rodaje “empezó hace un mes con una estructura basada en el libro de Rojas, que está dividido en tres partes: el relato policial del hecho en sí; una línea más investigativa de las razones y las causas del ataque; y una semblanza de la vida de Mariano”.

“Ya filmamos la semblanza, en la que su hermano y sus compañeros van contando más o menos cronológicamente cómo se fue desarrollando su vida, cómo entró a la militancia y cómo se convirtió en dirigente político. Y ahora vamos a filmar la reconstrucción del hecho y también a un personaje de ficción que desarrolla la investigación propiamente dicha”, señaló el director. En ese sentido, destacó que “respecto a la forma del documental, tenemos la intención de incluir partes ficcionadas que estarían ligadas a una figura muy importante que queremos desarrollar, la del periodista independiente”.

“Ya desde el título de su libro, Rojas establece una relación con la figura de Rodolfo Walsh, autor de ¿Quién mató a Rosendo?, y luego hace un balance donde compara los dos casos y deja claro que la burocracia sindical sigue vigente hasta hoy. También está ahí la figura del periodista, en cuanto a la importancia de la independencia de su trabajo”, señaló Rath.

Y agregó: “Creemos que un periodista debe ser independiente tanto de las patronales capitalistas como del Estado. Un tipo como Walsh se jugó la vida por la verdad más allá de los intereses a los que enfrentaba. Esa es una de las figuras que queremos rescatar”.

El cineasta, que siente “una deuda con Mariano y con su lucha” y busca “ayudar para que ese crimen no quede impune”, reflexionó sobre las razones profundas del asesinato y señaló que “por un lado está la privatización del ferrocarril en los 90, que provocó despidos masivos, contratos precarizados, sueldos más bajos y un servicio deficiente que desemboca en la tragedia reciente de Once, y por otro la problemática concreta de la conformación de los sindicatos con una misma dirigencia que forma parte de un poder corporativo obsoleto”.

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