El jefe de Orden Público de la Unidad Regional II de Policía, Marcelo Mendoza, y el comisario de la seccional 10ª, Rodrigo Domínguez, brindaron precisiones este lunes sobre los cinco allanamientos que el personal de la comisaría y el Grupo de Infantería de Respuesta Inmediata (Giri) realizaron para dar con los autores de la balacera ocurrida en Esquivel al 1300 la semana pasada, donde dos personas resultaron heridas. “Irrumpimos en cinco casas con resultados meramente positivos en la pesquisa porque tenemos individualizados a los autores y secuestramos teléfonos que son necesarios en la causa”, detalló Mendoza. A la par, las fuentes policiales detallaron que ese conflicto en barrio Parque Casas obedece a una pelea territorial entre grupos antagónicos: familiares del fallecido Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval que están enfrentados al conocido clan Romero, con apariciones previas en la crónica policial.
El jefe de Orden Público destacó “una actuación rápida de la Jefatura de la Unidad Regional II” y agregó: “Tratamos de contrarrestar lo máximo posible con la Policía en la calle y la prevención y con las tareas de inteligencia. Queremos dar respuesta a los vecinos”.
Los operativos fueron en la misma cuadra donde se produjeron los ataques y en las inmediaciones donde los uniformados de la comisaría 10ª incautaron gran cantidad de celulares, algunos denunciados como robados, y material de interés para la causa. Hubo cinco demorados. Entre ellos la madre de Ema Pimpi. Sin embargo, pronto recuperaron la libertad.
El pasado jueves, las versiones que circularon en el barrio dijeron que el blanco de los disparos era un joven apodado Nono, familiar del fallecido Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval, ejecutado junto a otros dos amigos en una casona de barrio La Florida en octubre pasado. Del otro lado los investigadores ubicaron a un integrante del clan Romero que, remarcaron, era buscado y está en alianza con otro grupo histórico mencionado en causas federales por drogas.
Balazos por doquier
Los ataques ocurrieron alrededor de las 18 del jueves pasado cuando los ocupantes de un Ford Ecosport abrieron fuego sobre una vivienda de pasillo de Esquivel al 1300, casi esquina Washington, describieron las fuentes policiales. Ese día, algunas versiones del barrio dieron cuenta que en ese lugar estaba un tal Nono junto con su novia, quienes lograron sortear los disparos y salieron ilesos. Nono, según dijeron por lo bajo algunos testigos del ataque, es uno de los hermanos de Ema Pimpi, asesinado durante la madrugada del 25 de octubre dentro de la casona de Pago Largo 654 donde cumplía prisión domiciliaria y había montado un estudio de grabación, en una oscura emboscada que también le costó la vida a sus amigos Mirco Saldaño y Rocío Genovese.
“Al Nono quisieron matarlo desde la Ecosport y se defendió a los tiros”, dijo un hombre, quien abonó la versión de enfrentamiento, lo que no fue confirmado por la Policía.
Los habitantes de la cuadra no se habían repuesto del violento ataque cuando las detonaciones arreciaron otra vez. Ahora, según explicaron vecinos a la prensa, los plomos partieron de los ocupantes de una moto tipo Honda Tornado que pasó por Washington. Los atacantes, esta vez, dispararon contra las personas que habían salido de sus casas para enterarse de las secuelas del ataque anterior.
Producto de esta réplica, dos jóvenes resultaron lesionados. Uno de ellos, indicaron las fuentes judiciales y policiales, fue identificado como Diego Osvaldo M., de 24 años, quien vive a metros del pasillo atacado. El joven recibió un tiro debajo de una axila, y de inmediato un allegado lo trasladó en moto al hospital Alberdi. Desde allí lo llevaron al hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde lo estabilizaron. También en la misma secuencia un proyectil alcanzó el tobillo de Maximiliano M., de 26 y con domicilio en Parque Casas.