Desde chicos se aprende que debemos comer bien para tener fuerzas y estar sanos.
Una de las definiciones de nutrición, de acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud), es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo. Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud (ver http://www.who.int/topics/nutrition/es/).
¿Qué decir entonces sobre la mala alimentación que no nos favorece?
En un sentido figurado el comer mal puede verse como el efecto de “asimilar” malos recuerdos, “masticar” quejas, enojos y malos momentos que no son beneficiosos en ningún sentido.
Para anular todas estas manifestaciones, es necesario recurrir a nutrientes espirituales para despertar la fuerza interior, capaz de mantenernos saludables y vigorosos; es desagotarse para sentir libertad, sentirse pleno y a la vez sano mental y físicamente.
En muchas ocasiones se nos ha enseñado que debemos acumular cosas para “tener” y “poseer”, sea conocimientos, experiencias y aún bienes materiales.
Pero la plenitud se alcanza cuando nos vaciamos de estas cosas y dejamos que la mente esté libre y despejada para captar la esencia de lo que somos.
Con el pasar de los años nos damos cuenta que en lugar de “tener” es mejor considerar el “ser”.
Qué libre puedes sentirte al abstenerte del egoísmo y la mentira, de acumular opiniones falsas, del miedo al presente o al futuro, del miedo a los cambios. Vaciar la mente de cosas inservibles te prepara para recibir una idea nueva de cómo contemplas el mundo y también contemplarte de manera diferente. Poder apreciar quién eres y dónde estás plantado.
Tal vez el “tener” te lleve a pensar en un mejor cuerpo, mejor imagen, mejor estado físico, pero si te inclinas por el “ser” puedes ser más bello, más atractivo por tus cualidades expresadas, dejar de ser egocéntrico y ser más permeable al bien; dejar que aflore tu belleza interior, que será la encargada del espejo en donde te verás realmente como eres, un ser ya completo.
Esta es la mejor vitamina que puede favorecerte, es el mejor nutriente para mantenerte en línea y ser realmente feliz.
En su libro Ciencia y Salud, Mary Baker Eddy afirma que “la mente inmortal alimenta el cuerpo con frescura y belleza celestiales, suministrándole bellas imágenes de pensamiento y destruyendo las angustias del sentido que cada día lleva a una tumba más cercana”.
El equilibrio que se alcanza a través de esta nueva forma de verte, así como una alimentación balanceada, ayuda y coopera para que sientas que estás en el peso justo, bien sustentado y nutrido interiormente.
No comas hierbas amargas, que no nutren ni satisfacen. Complácete con alimentos naturales como el amor, el perdón, la alegría. ¿Ya comenzaste tu dieta?