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En busca de una ley que fomente el pluralismo y la diversidad informativa

Medios autogestionados de todo el país impulsan un proyecto para corregir las asimetrías regulatorias que existen para los medios y que afectan la democracia

Por Javier Borelli / Tiempo Argentino

La Argentina tiene un grave problema de concentración mediática. Sólo cuatro grupos de medios acaparan: el 74% de los diarios impresos, alcanzan el 56,7% de la audiencia en TV abierta y el 53% en radio en todo el país. Es decir que unas pocas empresas privadas producen la información que nutre la toma de decisiones de la mayoría de los argentinos, sin importar el adónde viven, sus urgencias y sus características culturales.

Aún más grave es que una sola de esas empresas provee el 42% de la telefonía fija, el 34% de la telefonía móvil, el 56% de las conexiones a Internet por banda ancha fija y el 40% de las bocas de TV paga. Es decir que controla la infraestructura por donde circula esa información.

Pero todavía más preocupante es que además posee la única fábrica productora de papel de diario en el país, es decir que también controla un insumo indispensable para los medios gráficos que podrían ofrecer una mirada distinta de la actualidad. En resumen, producen la información, manejan los canales por donde circula y también los insumos necesarios para hacerla circular. No es difícil imaginar las consecuencias que este dominio sobre el conocimiento puede ocasionar sobre la vida democrática.

 

«La razón de ser de la regulación de los medios de comunicación, de acuerdo al derecho internacional, es la garantía del pluralismo y la diversidad. Entender esto como una garantía para los derechos humanos no sólo es importante en un contexto de gran concentración, sino que es una condición que es correlato del estado de la democracia”, explica Damián Loreti, abogado y doctor en Comunicación especializado en el sistema interamericano de Derechos Humanos. «Los modos de corregir estos déficit estructurales en el derecho comparado tienen varias herramientas y la pauta de publicidad oficial no aparece como una de las principales», aclara. «Esto se hace con otras medidas tales como fondos de fomento al pluralismo, equiparación de tasas o de asimetrías impositivas que perjudican a las entidades sin fines de lucro», ejemplifica. Muchas de estas medidas aparecen listadas en la propuesta de la Iniciativa Pluralismo y Diversidad que puede leerse en su sitio web www.pluralismo.com.ar.

En tiempos de ajuste presupuestario es importante tener en cuenta cómo financiar esta necesidad. «Hay centenares de millones de dólares que salen por el uso de empresas que no hacen ningún tipo de producción de contenidos informativos o artísticos en Argentina. Ese dinero puede ser reutilizado o redireccionado en términos de impuestos ya existentes para el fomento del pluralismo y la diversidad», explica Loreti poniendo el eje en las plataformas digitales. «En el mundo de las comunicaciones audiovisuales hay una regla de que ‘o se produce o se paga’ y acá tenemos mucha publicidad que se fue de los medios tradicionales a soportes que no tributaban en Argentina, como las plataformas. Y lo que tenemos que hacer es que ese dinero que ahora va a parar al exterior vuelva a ponerse en el mercado interno», plantea.

En lo concreto la Iniciativa plantea destinar cinco puntos del IVA que los prestadores extranjeros (Google, Facebook, Netflix, Spotify, servicios de hosting, publicidad, estudios de mercado, etc.) ya pagan por sus actividades facturadas en el país para la pluralidad. Eso no implica un nuevo impuesto, sólo garantiza que el dinero que aportan se use para fomentar la producción informativa necesaria.

«Hay que tomarse en serio la relación que hay entre un sistema de financiamiento sano que sostenga y aliente la pluralidad, la diversidad, el desarrollo, el crecimiento y el fortalecimiento de la vida democrática en su conjunto. El panorama que hoy presenta el sistema de medios tiene al Estado como responsable directo. Por eso la solución se inicia por un cambio de actitud del Estado en relación a los medios de comunicación», agrega Diego Murrone, integrante de FM La Patriada, otro de los impulsores del proyecto.

Pero la iniciativa no sólo pone el eje en el pluralismo. «También buscamos transformaciones hacia adentro de los medios, fortaleciendo y fomentando la diversidad en sus equipos de trabajo», agrega Agustina Paz Frontera, co-directora de LatFem, un medio feminista nativo digital. «Una eventual ley impactará en la inclusión de nuevos actores sociales o en el fortalecimiento de algunos que ya existen pero en condiciones de desigualdad. Según los lineamientos que construimos hasta ahora, la iniciativa política federal debe incluir el perfeccionamiento de lxs trabajadorxs, la promoción de la paridad de género, la participación de minorías y favorecer el acceso a personas con discapacidad. Se trata de fomentar la diversidad y el pluralismo en múltiples escalas de la comunicación».

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