Quienes quieran mudarse a otro país y vender todas sus pertenencias materiales se enfrentan a un problema ¿qué hacer con las cosas de la casa? ¿Los muebles? ¿La heladera? La rosarina Florencia Poch te ayuda a resolverlo a través de sus ferias donde se vende absolutamente todo.
«El inicio del emprendimiento fue una serendipia”, dijo Florencia a Punto biz. De Todo Las Poch (el nombre del negocio) comenzó cuando compró su casa, que contaba con un amplio mobiliario no incluido en la venta. Ni Florencia ni los dueños anteriores de la casa estaban interesados en los muebles, así que propuso hacer una feria en la que lo vendió todo. Ese fue el momento en el que surgió la idea de vender cosas usadas: desde una cuchara o un adorno hasta un aire acondicionado o un auto.
Florencia estaba dividida entre cinco trabajos, pero los dejó todos para enfocarse en el nuevo emprendimiento. Sus clientes confían en su experiencia para la gestión de las ferias y para ayudarlos a determinar los precios de los productos. Para facilitarle a sus clientes el cobro de las ventas y proteger sus datos bancarios, se genera un alias bancario nuevo por cada feria.
Pagar los servicios de Florencia también es muy sencillo. Al respecto, apuntó: “Los costos y comisiones se acuerdan de antemano, y es el mismo cliente quien me transfiere el pago desde su cuenta. Es una cuestión de confianza, ellos confían en mí, y yo confío en ellos”.
Desde 2019 hace caminar el emprendimiento, y ya tiene en sus espaldas un total de 25 ferias realizadas. Las ferias se realizan en una casa o local o virtualmente a través de sus divertidos vivos de Instagram. Entre las ferias presenciales y las virtuales se cuentan entre 100 y 200 compradores, fieles seguidores de Florencia.
A través de su nuevo trabajo acompaña emocionalmente a las familias que transitan el difícil camino del desarraigo. Para los vendedores no es sencillo desprenderse de posesiones que les recuerdan a un ser querido o que tal vez fueron muy importantes en algún momento de sus vidas, y es entonces cuando el apoyo desde el lado humano se vuelve muy necesario.
Para quien decide hacer una feria hay muchas opciones que simplifican el proceso. Por ejemplo, existe la posibilidad de hacerlo en etapas: “Si te vas de acá a un año, la venta se puede hacer por partes. De a poco la persona o la familia puede ir desprendiéndose de las pertenencias que desean vender, y la transición será acompañada y amena”, añadió Poch.