Publicado originalmente en La Nueva Mañana
En Córdoba marcharon este lunes para pedir justicia por la muerte de Tania Gandolfi, de 41 años, y de su hija Agustina García, de 16, quienes fallecieron al ser atropelladas el martes pasado en Rosario durante sus vacaciones por el joven Agustín López Gagliasso, quien quedó imputado y cumple prisión preventiva.
“Estamos reunidos para pedir justicia”, expresó una de las amigas de Agustina durante la convocatoria en Patio Olmos y recordó a la adolescente como una persona «muy amable y brillante”.
«Fueron brutalmente asesinadas y queremos justicia para ambas», indicó una de sus compañeras, quien contó que se convocaron para reclamar justicia por la joven y su mamá. Ambas perdieron la vida en el siniestro vial donde Gagliasso las atropelló y mató luego de perder el control de su vehículo en el que iba a más de 120 km/h. La tragedia ocurrió en Rosario mientras madre e hija, oriundas de Córdoba, pasaban unas vacaciones en familia.
«Agustina era una buena amiga, muy amable, brillante más que todo», dijo otra compañera de la adolescente en declaraciones a El Doce y reclamó justicia para su amiga y su mamá.
Tras la convocatoria en Córdoba, vecinos de Rosario anunciaron a través de las redes sociales la organización de una marcha. Será este lunes 27 de enero, pero a las 19, en la intersección de las calles Roca y el río, lugar exacto donde ocurrió el siniestro.
«Porque estamos hartos de la impunidad en nuestra ciudad», es el lema que se utilizará durante el encuentro. Los organizadores piden que los que asistan lleven un cartel y una vela.
Previo al inicio del fin de semana, se llevó a cabo la audiencia imputativa contra Gagliasso, donde quedó formalmente acusado del delito de doble homicidio simple con dolo eventual.
Las fiscales Mariana Prunotto y Valeria Piazza Iglesias le atribuyeron en la audiencia llevada a cabo este viernes, de haber mantenido un «altercado» con un motociclista en el túnel Arturo Illia, hacer maniobras de sobrepaso a otros vehículos y haber perdido el control del auto a más de 120 kilómetros por hora.
Giovanna R., quien iba como acompañante al momento del siniestro fatal, declaró y su testimonio fue contundente ya que contó que todo comenzó por una pelea con un motociclista y que el chico «estaba cegado».