En consonancia con lo que pasa con otras agrupaciones y cuando la trillada frase “la unión hace la fuerza” se resignifica y se vuelve realidad y acción, once bandas de la ciudad decidieron formar El Movimiento Unión Groove (MUG). Desde la amistad y el compartir pero con el claro objetivo de mejorar las condiciones de trabajo y hacerle frente a la crisis económica que se vive en el país, estas bandas están trabajando amalgamadas desde principio de año. El movimiento fue tomando forma y este fin de semana tendrá su presentación oficial con un festival, el Festimug, dos días de bandas, ilustradores y feria con una entrada muy popular en el Galpón de la Música.
Todo comenzó en Casa Huayra, según contó a El Ciudadano Camilo Corradin, baterista de Cortito y Funky, una de las bandas que integran el movimiento. Casa Huayra es una sala de ensayo pero también un espacio de encuentro colectivo. “Empezamos a hablar entre nosotros y a notar que teníamos problemáticas similares a la hora de aceptar contrataciones y organizar fechas”, apuntó el músico.
“A principios de este año decidimos empezar a reunirnos y plantearnos qué era lo que queríamos gestar, cuáles eran nuestros objetivos y ambiciones, qué cosas queríamos que mejoren en nuestras condiciones laborales”, describió el músico en relación con la génesis del Movimiento Unión Groove que está integrado por las bandas Alto Guiso, Budajipis, Caliope, Chokenbici, Cortito y Funky, Depto de Islas, Ex Empleades de la Nasa, Grooving Bohemia, Kunyaza, Latelonius, Lilu3 y Río Chino.
Entre los primeros postulados del MUG aparecen mejorar las condiciones de trabajo, consolidar la escena local e insertarse en el mercado nacional. La idea es poder negociar los contratos, acelerar los pagos en eventos públicos y proponer mejorías técnicas. “Nos gustaría proponer ciertas medidas de seguridad que no suelen estar garantizadas. Hay lugares que no tienen bien resuelta la cuestión técnica. Pero más que nada buscamos mejorar las cuestiones económicas porque la mayoría de los integrantes del MUG no viven de su banda y es algo que demanda mucho tiempo de ensayos y gestiones extramusicales. Si te ponés a hacer la cuenta, no cobrás nada en relación con el trabajo que hacés”, apuntó Camilo.
Momento de colectivos
La creación de colectivos tiene que ver con distintas coyunturas actuales, entre otras, “la situación económica del país que está bastante complicada”, apuntó el músico. Y analizó: “Hoy muchos se dan cuenta que individualmente las cosas cuestan más esfuerzo y que agrupándose, haciendo un esfuerzo conjunto, es más fácil llevar a cabo un montón de tareas. En este caso, la organización del festival fue mucho más simple que cuando recae en una sola banda”.
“Es un momento en el que hay que ayudarse para crecer. En el arte eso siempre funciona, en un montón de géneros pasa que entre bandas amigas se motivan, se ayudan, se difunden entre ellas. Eso es lo que queremos hacer: dejar de pisarnos las fechas porque compartimos público, trabajar en conjunto”, concluyó el baterista.
Para agendar
El Festimug tendrá lugar el viernes, a partir de las 20, y el sábado, desde las 19, en el Galpón de la Música de Estévez Boero 980