Unos 220 homicidios de los 337 ocurridos en 2019 en la provincia de Santa Fe tuvieron como mecanismo utilizado el uso de armas de fuego, lo que llegó a un 65 por ciento de los casos. Este porcentaje llegó al 74 por ciento en la capital provincial y al 73 por ciento en la más poblada del distrito, Rosario, según un informe del Ministerio Público de la Acusación (MPA). El secretario de Política y Gestión de la Información de la cartera de Seguridad provincial, Jorge Fernández, dijo que este porcentaje «resulta bastante alarmante» y anunció la creación de una Agencia de Control de Armas que se encargará exclusivamente de trabajar en evitar que un montón de armas institucionales pasen al mercado ilegal.
En la ciudad de Santa Fe, se registraron 86 homicidios de los cuales «64 (74,4 por ciento) fueron cometidos con armas de fuego, mientras que 12 (14 por ciento) se produjeron con armas blancas» y los restantes 10 (11,6 por ciento) «fueron cometidos con otros medios».
En Rosario ocurrieron en 2019: 168 asesinatos intencionales y de ellos «123 fueron cometidos con armas de fuego (73,2 por ciento), 19 fueron armas blancas (11,3 por ciento) y los restantes 24 con otros medios (14,3 por ciento)», señaló el informe.
En ese sentido, Fernández observó que «ése es el otro dato que resulta bastante alarmante» porque si bien «hubo un pequeño descenso en 2019 del uso de armas de fuego, igual es altísimo» el porcentaje de crímenes cometidos por el empleo de ese medio.
«Estamos creando una Agencia de Control de Armas, se va a encargar exclusivamente de trabajar en evitar que un montón de armas institucionales pasen al mercado ilegal», aseguró el funcionario.
Fernández agregó, en declaraciones a la agencia Télam que «el objetivo es desarmar a la población porque no podemos tener una población armada en ningún estrato social» y remarcó «la facilidad» con al que obtienen armas «en un entorno de altos niveles de violencia» como el que viven las dos principales ciudades de la provincia.
