La comisión de Servicios Públicos del Concejo recibió este lunes a referentes de los propietarios de taxis y remises de Rosario para avanzar en la reguación de las aplicaciones por smartphones para el servicio, pero con la expresa aclaración de que dejarán afuera a Uber, a la que todos los espacios políticos consideran «ilegal».
La discusión sobre una normativa que fije las reglas para las aplicaciones está centrada en la oficial MoviTaxi y en She Taxi, creada hace seis años y que ya se replicó en otras jurisdicciones, como la Ciudad de Buenos Aires.
La audiencia convocada por los ediles contó con la asistencia de representantes de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis (Catiltar), la Asociación de Titulares de Taxistas Independientes (Atti), la Cámara de Mujeres Taxistas y su par de Remises.
Para la regulación hay varios proyectos. Uno de la presidenta de la comisión de Servicios Públicos, la socialista Verónica Irizar, otro del integrante de la bancada Unión PRO-Juntos por el Cambio Carlos Cardozo, un tercero de la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, el que remitió Miguel Tessandori, de Volver a Rosario, y unúltimo contenido en un mensaje del Ejecutivo.
Es que “las aplicaciones actuales no están reguladas”, explicó Irizar, por lo que la intención es solucioar ese vacío reglamentario «con mejoras y sugerencias que llegan de los bloques, con mejoras para el usuario”.
En el caso de MoviTaxi, la concejala socialista recordó que está creada por ordenanza y que su regulación “cerraría la puerta a las aplicaciones ilegales”. La referencia fue a Uber y a otras plataformas similares que, aún sin autorización, funcionan en la ciudad sin vehículos habilitados.
Pedro Salinas, de Ciudad Futura, aportó otro punto al debate: la necesidad de mejorar la calidad del servicio público de taxis en paralelo con la puesta en caja de las app y el rechazo a las plataformas «multinacionales».
Irizar prometió seguir la discusión pero advirtió que, por el carácter de las tecnologías y modelos de negocios en juego, transnacionales, el debate excede en algunos aspectos la competencia local. “No va a haber una solución simple”, anticipó la socialista.
Como siempre, las tarifas
Los dueños de taxis insistieron con un nuevo aumento de las tarifas. Señalaron que el desfasaje anterior, del último estudio de costos pubicado en marzo, arrojaba un atraso del 68% en la bajada de bandera y de un 72% en la ficha de viaje.
Marcelo Díaz, de Catiltar, reforzó el punto al recordar que el último incremento autorizado fue en abril. “Quedamos en una revisión, hubo un ajuste del 33%. Volvemos a pedir la revisión de la tarifa”, volvió sobre el pedido con datos sobre las subas del GNC, los seguros, repuestos, patentes y otros costos.
“Con esta tarifa es imposible seguir sosteniendo la actividad. Necesitamos en el mes de agosto una actualización. A fin de años seguramente necesitaremos una nueva”, reclamó el empresario. Y propuso un aumento en tres etapas de un 33%. “Solo quedan 5 meses para terminar el año, la inflación va a superar largamente el 100%”, justificó.
Los referentes remiseros plantearon también una suba de tarifa, pero en su caso del 20% en la bajada de bandera y de 35% para la ficha.
